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(Dopamina en el amor)

Les había tocado en una misión juntos,según informes había tanto mujeres como hombres los que desaparecían de la nada y las familias dicen que antes de eso hablaban de una persona extraña de las cuales estaban totalmente enamoradas.

-¿enamoradas?-cuestiono sanemi al azabache,el cual había leído la carta que les había enviado oyakata con la información.

-debe ser su técnica,para luego convencerlos y matarlos-dijo tranquilo siguiendo su camino hacia ese pueblo.

Caminaron por un largo rato,viendo a lo lejos lo que serían las luces del pueblo.
Se les había echo de noche así que tratarían de buscar algunas pistas en lo tanto. No encontraron demasiado,pero personas les advertían sobre el peligro en la noche y al ser jóvenes les daban a conocer sobre una persona extraña que enamora a personas de su edad.

-me parece puro palabrería-decia enojado y cansado el albino,una persona enamorada de un demonio parecía más un chiste.

-mejor pidamos una habitación,mañana investigamos mejor-sanemi no le respondió pero se veía demasiado enojado.

Pidieron la habitación y al momento de estar ahí se empezaron a cambiar,pero había un silencio incómodo para los dos y demasiado. Optaron por dormir,mañana sería un día con mucha información que buscar.

Llegado el mañana,se encontraban paseando en busca de algo hasta que a sanemi se le ocurrió algo.

-que tal sí nos separamos? no es muy grande el pueblo y así recolectamos información más rapido-propuso cruzándose de brazos,en verdad se quería deshacer un rato del incómodo aura que desprendía tomioka-te parece?

-bien-contesto sin más,seco comí siempre haciendo enojar un poco al albino que solo de escuchar esa palabra se fue al lado opuesto que giyuu-nos vemos en unas horas.

Entre más pasaba el tiempo menos información obtenían,azabache y albino en cada persona que preguntaban obtenían lo mismo "enamorado" "desaparecido" esa era la táctica del demonio?

-y quien carajos es ese?-una señora le gritaba a su hija,la cual se veía muy perdida...algo curioso para albino.

-es el hombre más bueno mamá! Me trata lindo y me da detalles-decía la joven como una completa boba de amor a lo que albino frunció el ceño pero podía ser una pista.

-y donde esta él? ¿Puedo verlo siquiera?-la señora se veía de un mismo carácter que sanemi,así que de soltarle un golpe a su hija no faltaban las ganas-o acaso es vampiro y no sale al sol?

-tiene una enfermedad de la piel es delicado y no sale al sol,deberías de entenderlo mamá-mientras más hablaba el albino juntaba las piezas,tenía que seguir a las dos mujeres pero sin verse sospechoso.

-¿donde lo conociste jovencita? Seguro y estuviste de callejera mientras yo dormía o me equivoco mocosa!?-estaba enojada,sanemi apoyaba a la señora para que le diera unos golpes por salir de noche sola.

Las dos mujeres se detuvieron en un puesto de frutas,a lo que sanemi se hacía el curioso con una sandía y se hacía el que preguntaba los precios al final comprar un cuanto de mango.

-no!...bueno si,pero es una persona de confianza-intentaba convencer a su madre,sonaba muy exigente que se le hacía raro tanto como a la señora como a sanemi-lo conocí aquí mismo en el pueblo,en una cabaña un poquito lejos pero de aquí.

-¿Cómo es ese muchacho?-

-alto,pelo medio largo y un flequillo peculiar,sus ojos son color vino muy lindo!-sonaba tonta,empezando a molestar un poco a shinazugawa.

☆°•' La droga del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora