Cap 6. Ego

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Minho se había mantenido alejado de los demás desde la reunión con Alby. La destitución lo había golpeado duro, afectando no solo su ego sino también su sentido de identidad. Siempre había sido el corredor destacado, el que todos miraban con respeto, y ahora se encontraba en una posición que no reconocía.

Esa noche, mientras los demás se reunían alrededor de la fogata, Minho se dirigió al límite del Claro, buscando un momento de soledad. Se dejó caer en el suelo, apoyando la espalda contra una de las altas paredes del Laberinto. Miraba al cielo, sintiéndose más pequeño y vulnerable de lo que nunca había admitido.

Los pasos suaves de Newt se acercaron, y Minho suspiró, sin mirarlo. —¿Vienes a darme otro sermón? —preguntó con amargura.

Newt se sentó junto a él, sin decir nada por un momento. —No, Minho. Solo vine a estar contigo. Sabes que no estás solo en esto, ¿verdad?

Minho frunció el ceño, sin responder. El silencio se extendió entre ellos, lleno de las palabras no dichas. Finalmente, Minho rompió el silencio. —No puedo creer que me hayan destituido. He sido el mejor corredor desde el principio. He arriesgado mi vida más veces de las que puedo contar.

Newt asintió, comprendiendo su frustración. —Sí, has sido increíble, todos los sabemos. Estoy seguro para Alby tampoco fue fácil.

Minho se pasó una mano por el cabello, todavía luchando con sus emociones. —Lo sé, sé que fue un error. Pero... no sé cómo manejar esto. Siento que he fallado a todos.

Newt puso una mano en el hombro de Minho. —No has fallado, Minho. Todos cometemos errores. Eres fuerte, y sé que saldrás de esto aún más fuerte.

Minho miró a Newt, sus ojos reflejando su conflicto interno. —¿Y cómo se supone que haga eso? ¿Solo... aceptar mi destino y seguir adelante?

Newt sonrió ligeramente. —Más o menos. Pero no tienes que hacerlo solo. Estamos todos aquí para apoyarte. Y aunque ahora no seas el líder de los corredores, sigues siendo una parte esencial de nuestro grupo.

Minho asintió, sintiendo una pequeña chispa de esperanza. —Gracias, Newt. Lo intentaré.
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—Minho es fuerte, y superará esto —dijo Alby, con una mezcla de confianza y preocupación. —Pero necesitamos asegurarnos de que todos sigan las reglas y los planes establecidos.

Chuck, que había estado callado, habló con timidez. —Yo... creo que Minho solo necesita un poco de tiempo. Sé que él puede hacerlo bien de nuevo. Solo necesita saber que aún confiamos en él.

Thomas sonrió, asintiendo. —Todos necesitamos recordar que, a pesar de los errores, seguimos siendo un equipo. Y necesitamos apoyarnos mutuamente.
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Con el amanecer de un nuevo día, Minho se levantó más temprano de lo usual, decidido a demostrar que podía aprender de sus errores. Se dirigió a la zona de entrenamiento, donde comenzó a practicar con una intensidad renovada. Quería estar listo para cualquier cosa, y más aún, quería recuperar la confianza de sus compañeros.

Newt lo observaba desde la distancia, con una mezcla de orgullo y esperanza. Sabía que Minho tenía la fuerza y el carácter para superar cualquier obstáculo, y estaba dispuesto a apoyarlo en cada paso del camino.
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