IX

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Y en el fondo es tan hondo mi dolor porque me me voy y no se puede cambiar. De corazón como de camisa, sin perder la sonrisa...

Mentiras... Son todas mentiras...

Pero hay que aceptarlo, cariño. Yo soy invierno en tu vida, y tú eres el radiante verano.

Lamento, Alex, no haberte podido demostrar lo que siento de manera... Adecuada...

Pero cuando ya no estemos juntos y la gente te pregunté lo que fui en tu vida, dile que fui importante, no les hables mal de mí. No te vale ser así.

Dios es testigo de cuánto te amé.

Y no te preocupes, una mañana linda nos volveremos a ver. Te entregaré mi corazón como una flor. Cómo debió ser desde el principio.

Solo quería quedarme en un rincón para siempre, apartado. Junté mis brazos y me acurruqué conmigo mismo. No puedo hacer más, Alex solía abrazarme.

Hasta la golondrina emigró, presagiando el final. Pero que triste luce todo sin ti, los mares de las playas se van y se tiñen los colores de gris.

Hoy solo quiero saborear mi dolor, no pido compasión ni piedad. La historia de nuestro amor se escribió para la eternidad

Solo comencé a llorar, ahí, solo. ¿Qué se supone que haré sin él?

Lo necesito... No sé porqué le dije que no quería nada con él.

¿Dónde estará? ¿Me ha olvidado ya? ¿Me extrañará?¿Se sentirá igual? O... ¿Si ya encontró a alguien nuevo? Alguien que sí pueda tener algo serio...

No puedo estar así, lo acepto. O viene conmigo, o estará disponible para cualquier otro.

¿¡Qué hago aquí!? Necesito hablar con él.

Tomé mi celular y lo llamé. Pero no hubo respuesta.

Evité estar negativo y fui a buscarlo en su casa. Ojalá esté solo.

Pero cuando llegué, estaba vacía. Nadie respondía al timbre ni la puerta.

¿Habrá salido? Tomé mi celular una vez más pensando en escribirle o llamarle.

Pero cometí el error de ver la fecha en la pantalla de bloqueo... Era quince de octubre...

"Hoy viaja con su padre..."

Mi mundo se derrumbó de golpe, caí al suelo repentinamente. Las lágrimas me inundaron y sentí un nudo en mi garganta.

Eran muchas cosas de golpe. Lo amo demasiado y recién me doy cuenta, no lo puedo perder.

No... Por favor...

Ví un taxi pasar en aquella calle oscura y sentí que era señal del destino.

Quizás era solamente un señor que buscaba cumplir con su trabajo como taxista, pero para mí era una señal.

Paré el taxi y le pedí ir al aeropuerto. Estuve impaciente todo el viaje, ni siquiera recuerdo haberle pagado lo correcto. Solo salí del auto directo al aeropuerto.

Cuando Te Conocí ☆ UsperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora