2 Smell

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Cuando era niño no le importaba la vida "amorosa" solo vivía sus aventuras con su padre, la escuela y sus amigos y desde siempre no fue un "niño prodigio" por lo menos en la escuela, secundaria y ahora ja universidad, pero si se trataba de otras cosas como el deporte, vaya que era bueno.

Cuando llegó a la "adolescencia" cuando se enamoró de Roxanne por primera vez, o cuando era fan de Powerline que hasta hizo un caos en su escuela por ello y lo conoció en persona, sin embargo a él le quedaba claro que las mujeres eran bellas por naturaleza y magníficas, su delicadesa era toda una magnitud, siempre se veia casado con una en un futuro, siempre pensó ser heterosexual.

Sin embargo cuando pasó de los dieciséis le atrajo un par de chicos, es decir no es que se haya enamorado de alguien, simplemente le parecían lindos, pero no le todo mucha importancia a eso.

Y ahora con dieciocho años su mente era un caos.

Terminó de vestirse rápidamente y salió del cuarto casi de volada, pasó por el campus para llegar a su primera clase, "matemáticas" sin duda moriría ahí.

Entró y vio que el profesor ya estaba dictando su clase, decidió entrar sin hacer ruido alguno, vio para su asiento que ya hacía ocupado por otro alumno.

- ¡Genia lo que me faltaba! - grito a lo bajo, más como un susurro, vio los demás asientos y el único que estaba vacío con un espacio grande era alado de ese estúpido chico fastidioso..bradley que yacia enfocado en lo que decía el profe - mierda...- y para que el profe no sospeche su llegada tarde paso de puntitas hacia el lugar de Bradley.

Se acerco y de mala gana puso sus cosas encima de la mesa, se sento de manera que apoyaba sus brazos en los respaldos para la espalda mientras veía al profesor dando su clase.

- ¿disculpa? - el castaño se dio la vuelta con lentitud viendo a su "nuevo acompañante", debido al problema anterior ya casi nadie se lograba juntar del todo con Bradley, por ende se sentaba un poco alejado de los demás.

- claro te disculpo Brad, no hay problema - sonrio irónico Max.

- Idiota, deja de molestarme con tu estúpida presencia - susurro Bradley.

El pelinegro sólo encogio los hombros apuntando al que ocupaba su puesto de manera aburrida.

- No eres bienvenido aquí Max, lárgate - susurro Bradley para que el profe no se diera cuenta.

- No eres el dueño del lugar Bradley, mi puesto está ocupado y si no fuera el caso yo puedo sentarme donde se me da la gana - contestó el otro en el mismo todo que el anterior.

- Pues ve a joderle la paciencia a otro, que yo no soy candidato - respondió Bradley ya Irritado.

- ¿Y si no quiero? - Max se iba acercando de a poquito para evitar que el profesor se diese cuenta de su pequeña discusión hasta que sintió un extraño olor entrando a sus fosas nasales.

- ¡aparte, más lejos novato! - inmediatamente el castaño lo empujó con las manos más lejos de él - idiota - susurro este mismo solo para sus adentros.

Max se quedó pensando en ese olor, se le hacía bastante conocido...no es que se crea un experto olfateando pero, creia que su padre le habló algúna vez de eso, es decir no es un olor feo ni bueno, es como...¿Homo que?....trataba de recordarlo pero no podía, homo...¿humo?, no eso no era, era como...

- ¡Hormonas! - elevó la voz chsqueando los dedos.

- ¿Señor Maximiliano le pasa algo? - obtuvo la vista no sólo del profesor sino también de los demás.

- Este...hmmm - se rasco la cabeza nervioso - no nada profesor, lo siento - sonrio.

Sin más el profesor siguió con su clase, de lo que sea que se tratase.

¿Pecado? MaxleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora