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"Zonra 2"

Las noches frías se estaban presentando con más fuerza que antes, Tobio corria junto a su primo de un lado para otro jugando como el niño inocente que era. Todo esto está observado por dos mujeres.

"Miwa, se que lo hemos dicho muchas veces pero, Kageyama estará mejor a nuestro cuidado, tu aún eres una niña".

"Lo se tía, pero no pienso dejarlo perdón".

Miwa se levantó tomando de la mano a su hermano para poder salir de aquel lugar dejando a su tía con el puño cerrado haciendo fuerza conteniendo se, el otro niño de pelo negro miraba como su "primo" se alejaba dejándolo, Tobio giro su cabeza dándole un leve adiós para desaparecer al dar la vuelta de una esquina.

Caminaban sin hacer ruido solo las leves pisadas en las hojas secas caídas de algunos árboles, ya se adentraba otoño, Miwa pensaba en todo lo que habia pasado hasta el momento, sus padres están muertos su abuelo en el hospital y su tía esta tratando de correrla de la vida de su hermano.

Para Miwa su mente era un fiasco total, pero no podia solo fingir que nada pasaba y seguir adelante ahora tenía que pensar en trabajar para su menor, para que no les quitarán su casa, y así lo hizo, trabajo durante mucho tiempo en una oficina hasta que subió de puesto, el único problema es que viajaría mucho, el niño tenía menos de 8 años ¿Que haría?.

Decidió llamar a un viejo amigo de sus padres que estuvo en todo momento para ellos, no le inspiraba mucha confianza pero sabia que no había más opciones de las cuales elegir, Miwa tomo el trabajo y solo los fines de semana estaba en casa, pero ese trágico día no llego, ese día que su hermano la esperaba con tanta emoción tuvo una reunión de emergencia y fue cuando todo perdio brillo para el pequeño Tobio.

️Lo siguiente puede ser algo sensible favor de tener discreción.

Tobio jugaba con sus muñecos, eran un regalo de su hermana, estaba viendo también un programa sobre voley pero casi no ponía atención, movía ambos plásticos de un lado a oteo fingiendo que ellos eran los jugadores profesionales que salían en cada programa de voley.

"Veo que te gusta mucho ese juego".

El niño miro hacia arriba, el hombre tenía un aura extraña rodeándolo, lo miraba como si fuera una presa que pronto terminaría siendo devorara sin piedad alguna, claro que para Tobio solo era una mirada desconocida, el niño quería salir de hay pero no sabía por qué, así que contesto con el nerviosismo a mil por hora.

"Q-quiero ser jugador profesional".

"Que... Tierno".

Su voz se volvió aún mas pesada, estaba cargada de excitación, de solo mirar al niño su cuerpo despertaba, el se repetía una y otra vez ¿A qué sabra el niño? ¿Gritara con esa dulce voz? ¿Puedo-? Se acercó con demasiada precaución hacia el niño, tomo las manos de Tobio con una sola para dejar que la otra levantará la pequeña cabeza de Kageyama, sus ojos hambrientos y penetrantes chocando con los inocentes y delicados de Tobio.

Quería ver lágrimas salir de esos hermosos ojos colo zafiro, lo tomo en brazos dejando que tire sus juguetes, Kageyama se sintió incómodo pero no dijo nada después de todo el era buena persona ¿No?, llegaron al cuarto de invitado donde el se estaba quedando, se negó a entrar tomando el filo de la puerta.

"Vamos corazón, no hagas que te lastime tan rápido".

¿Tan rápido? Pensó, ¿De que esta hablando? Kageyama ahora sentía miedo por estar en ese cuarto junto a ese señor, antes había sentido confianza pero ahora bajo la mirada de pecado total se sentía un animal a nada de morir en manos de su depredador, Tobio sabia que tenia que salir de eso ya, pero el hombre no lo dejo reaccionar, lo amarró por completo a la cama dejando su cuerpo a merced del hombre.

Tobio estaba llorando por como las manos de ese hombre recorrían de arriba abajo su pequeño cuerpo, tocando los puntos que su hermana le dijo que jamás debería de tocar alguien, Chillo por lo bajo removiendo se, no le gustaba la sensación, el hombre rompió su pequeña camisa del equipo de voley favorito pasando su lengua por el pequeño pecho de Kageyama.

Ya no tenía idea de que estaba sucediendo, sentía ser succionado por la boca de ese hombre, sentía como su áspera barba chocaba con su parte intima, lloro, lloro muy fuerte tanto que se quedó sin voz, sintiendo algo dentro suyo, Tobio no estaba entendiendo ¿Que era lo que metió? ¿Por qué a él? ¿Por qué dolía tanto?.

Tobio despertó después de eso cansado, pero estaba limpio, sintió enormes ganas de llorar y así lo hizo, lloro a mares, el hombre estaba abajo escuchando su llanto, pero no hizo nada para frenarlo, se levantó con una sonrisa y salió de la casa, por su lado paso la moto que traía Miwa así que descarada mente la saludo.

La chica pelinegra al ver como el hombre se iba bajo lo más rápido que pudo quitando las llaves de su moto entrando en casa, al hacerlo subió las escaleras guiada por los fuertes llendo de su hermano, entro viendo al pequeño pelinegro con sus manos ensangrentadas y sus ojitos rojos, rodeo con la vista mirando el jarrón roto con que se lastimó, pero no era todo.

Aun lado de la cama del otro lado de Tobio estaba un condón, un condón llanto, Miwa no quería pensar lo peor pero, no, su hermano no tenía ni un solo rasguño en las manos, la sangre estaba saliendo por su parte íntima, Miwa lloro mucho al ver lo que pasó cuando ella estuvo lejos, tomo a su hermano en brazos y salió buscando un taxi que los llevará al hospital.

Se recargo en la pared en lo que su hermano estaba dentro.

"¿Usted es familiar de Tobio Kageyama?".

"Si doctor".

"Fue un desgarre menor, me temo que sabe en qué situaciones suceden este tipo de desgarres".

Miwa soltó un gran jadeo de tristeza tapando su rostro deja do salir nuevamente las lágrimas asintiendo.

"Podremos levantar una denuncia, tenemos pruebas sobre el abuso del menor, pero ¿Tiene idea de quién fue?".

Miwa volvió a asentir, el doctor le dejo el resto de resultados, Miwa se pudo en marcha para hacer pagar a ese hombre por lo que le hizo a su amado hermano, y mejor que fue descuidado y dejo su semilla como evidencia.

"Estás jodido viejo idiota".


......

¿Que tal quedo?

Tobio-BebeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora