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"Kei"

Había estado observando la actitud que tenía el de pelo negro con todos, era un niño más animado que antes y eso era lo raro, habían llegado los de Aoba hasta a casa de Suga para poder abrazar al niño al igual que karasuno, el detective y sus compañeros se retiraron en silencio pero algo que no paso desapercibido es la mirada que uno de los Haitani mantenía sobre su amigo Noya.

No le había dado importancia a el asunto estaba más centrado en descubrir, ¿Por qué Naoto de pronto le era tan familiar? Había visto la escena anterior donde Tobio se abrazo a el dándole calor, tenía que haber algo más, no podrían solo llevarse bien por qué si, entendía que había personas que la sangre la tenían liviana pero no ah tal grado de prácticamente llegar a esa confianza que habían mostrado, Valga la redundancia, parecían. Familia.

"¿Tsukishima?".

"Nada, estaba pensando".

Esa respuesta no era suficiente quería seguir insistiendo pero si Tsukishima no queria hablar nadie lo haría hablar, el rubio se paró de su lugar dándole un apretón a su capitán a modo de despedida, el tenía que saber más, por más que le molestará su Rey también le preocupaba que haya huecos en la historia del menor. Algo no cuadra.

Daichi quería seguirlo pero no quería ser un entrometido, tal vez había problemas con su yo, aún que eso le daba más ganas de seguirlo. Se auto convenció que Tsukishima Kei nunca necesitaba ayuda, si la llegaba a necesitar no la pedía de alguna manera podía crear un plan exacto para que le ayudarán sin pedirlo. ¿Curioso no?.

Tsukishima caminaba por las calles ahora casi oscuras cuando diviso a alguien lejano, era un hombre alto con unos boletos señalados en dirección de Kei, Kei estando más cerca los tomo y sin ver al hombre comenzaron a caminar hacia el restaurante de Ramen al cual iba desde pequeño por, las banderas y el juguete de dinosaurio. Entraron en dicho lugar buscando un asiento alejado de la gente, el hombre algo divertido soltó una pequeña carcajada.

"¿Viniste hasta acá para?".

"Hace rato que no nos mandas mensaje, estábamos preocupados".

"¿Conoces a 'Naoto-Tachibana'?".

El tipo se quedó en estado de reposo, cuidando sus pensamientos y uniendo los puntos, ¿Naoto?.. ¿Tachibana?.

"Si... ¿Por qué?".

Cuestionó dándole un sorbo a su adorado café negro, Kei no hacia nada más que ver su agua fría, cuando levantó la cabeza listo para contestar una mujer irrumpió para pedir sus órdenes, el hombre alto de pelo negro pidió lo que a ambos le gustaba y la señorita se retiró, un silencio incómodo se creo entre ellos mientras Tsukishima acomodaba sus ideas para comenzar su búsqueda de la verdad.

"Quiero cambiar mi apellido".

Comento al final, ese sería un bueno inicio para la conversación que estaba oir avecinarse, el hombre ladeo la cabeza esperando a que siguiera hablando con esos ojos negro y profundos recayendo en los contrarios.

"Pero quiero algo a cambió".

"Lo que quieras".

Cuando estaba por decirle lo que planeaba el celular del mayor comenzó a sonar, y ahí estaba de nuevo, el trabajo y dinero estaban antes que el, por eso se fue con su ti-

"No es importante, ¿Que decías hijo?".

Por primera vez su padre había dejado de lado el teléfono y trabajo, ¿Ahora sí? Se cuestionó, ¿Que había cambiado?.

"Quiero que un amigo regrese a la normalidad".

"¿Brujería?".

"Si, tu ¿Conoces a alguien que me ayude?"

"Claro, pero dime, ¿Cuando haríamos el cambio? Ese día tu amigo volverá a ser normal".

"¿Cuando tendrás listos los papeles?".

Termino la comida con una sonrisa pasando la servilleta por sus labios, espero hasta que Kei terminará sacando de su refinado maletín una faja de dinero y unos papeles que claro decían "contrato" teniendo el nombre verdadero de Tsukishima Kei, el hombre sonrió y hablo casi en un susurro terminando la frase que hizo que Kei tomara el papel para firmar lo

"Kokonoi Kei, ellos han estado listos desde hace años".

.....

Estaban celebrando que Tobio había regresado mientras Tsukishima volvía a entrar a la casa, después de haber hablado con su padre se sentía desanimado.

Cuando había cumplido los cinco años confesó que no tenía pasión alguna por nada, ni por los negocios de su padre, Kokonoi Hajime, había tenido todo desde niño pero jamás se había sentido a gusto con la vida que llevaba su tía abuela lejana Tsukishima Ria había dicho que podía vivir con ellos, encontrar una vida que si le gustará, Kokonoi no se negó, le dio tiempo a su hijo pero pasaron diez años y el jamás quiso regresar a su casa, a su jaula de oro, su padre no lo presionaba, pero no por qué no quisiera.

Su otro padre Inui Seishu había detenido varias veces a su padre de salir a buscarlo y traerlo de vuelta, le debía su felicidad a su padre Inui y el lo sabía, ahora estaba acudiendo a el por qué lo necesitaba, jamás pensó que volvería por algo de esa magnitud, recordaba un padre de tan solo 22 años enfocado en trabajar, Inui tuvo a su pequeño Kei cuando tenía 17 años pero aún así lo sacaron adelante juntos durante cinco años, después Kei decidió mudarse hacia Miyagi con su tía abuela, donde estaba su vida echa, su novio, sus amigos, su otra familia.

....

Suga noto algo triste a el chico rubio así que se acercó con cautela a preguntarle ¿Que tenían?. Kei no tenía respuesta, no estaba desanimado, adoraba a su padre, el jamás había faltado, siempre le mandaba dinero, celulares una llamada de cumpleaños pero, no pensó que en tan poco tiempo tendría que dejar la pequeña ciudad de Miyagi, quería llorar pero no se lo podía permitir.

Sin embargo lo hizo, dejo caer lágrimas mientras el albino lo abrazaba con cuidado, tenía tanto que decir y tan poco para explicar, había sentido otra vez ese amor paternal pero está vez sin interrupciones, sin un "es trabajo" "tengo que colgar" "dame diez".

"¿Quieres hablarlo?".

"Me iré de Miyagi, me iré con mi padre".

..

Tobio-BebeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora