Cura de Amor: (Tamashino)

Capítulo 8: Reflexiones al Amanecer

Shinobu despertó en la cueva al caer la noche, encontrándose con Tamayo aún acariciándole la cabeza con ternura. Se levantó rápidamente, sintiéndose avergonzada y sonrojada por la cercanía.

"Espero que hayas podido descansar bien," dijo Tamayo suavemente, notando la reacción de Shinobu.

Shinobu quería decir algo, pero sintió que su voz podría quebrarse, así que simplemente asintió con tristeza. "Nos tenemos que ir," murmuró.

Tamayo asintió, también con tristeza evidente en su expresión.

Ambas salieron de la cueva y continuaron su camino en silencio. Shinobu reflexionaba sobre lo que había ocurrido estos días. Recordaba cómo había protegido a Tamayo durante el día y ahora cómo Tamayo había cuidado de ella por la noche. A pesar de sus diferencias y las complejidades de sus responsabilidades, se sentía cada vez más cerca de Tamayo.

"Tamayo-san..." comenzó Shinobu, finalmente encontrando su voz. "Siento mucho haberte involucrado en todo esto."

Tamayo la miró con calma. "No tienes por qué disculparte, Shinobu-san. Estoy aquí porque quiero estarlo."

Shinobu se detuvo un momento, sintiendo un nudo en la garganta. "Gracias, Tamayo-san. Por todo."

Tamayo sonrió ligeramente. "Gracias a ti también, Shinobu-san."

El camino de regreso fue más tranquilo. Ambas mujeres caminaban juntas, compartiendo momentos de silencio que parecían llenos de significado. Aunque el futuro era incierto y las responsabilidades seguían siendo grandes, Shinobu sentía una nueva determinación y una conexión especial con Tamayo.

Al final del camino, cuando llegaron a su destino, Shinobu se detuvo y miró a Tamayo con seriedad. "Tamayo-san, hay algo que necesito decirte."

Tamayo asintió, esperando con atención.

Shinobu tomó una respiración profunda y dijo con sinceridad, "Durante estos días, he llegado a valorarte mucho. No solo como una aliada en esta misión, sino como alguien muy importante para mí. No estoy segura de cómo etiquetar esto, pero... siento algo especial por ti."

Tamayo la miró con afecto. "Shinobu-san, yo también siento lo mismo. No sé qué nos depara el futuro, pero estoy dispuesta a descubrirlo juntas."

Ambas se miraron por un momento, dejando que sus palabras se asentaran en el aire nocturno. Con una sonrisa tranquila, Shinobu extendió su mano hacia Tamayo.

"Entonces, ¿qué dices, Tamayo-san? ¿Nos enfrentamos a lo que sea que venga juntas?"

Tamayo tomó la mano de Shinobu con firmeza. "Por supuesto, Shinobu-san. Juntas."

Ambas sonrieron mientras pensaban "pude hacerme su amiga"

Y así, bajo la luz de la luna, Shinobu y Tamayo continuaron su camino, sabiendo que habían encontrado algo valioso entre ellas, algo que trascendía las misiones y los deberes, una linda amistad.

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FIN

Na mentira. 🥺