Cura de Amor: (Tamashino)

Capítulo 2: Una Solución Ingeniosa

Shinobu y Tamayo estaban en el camino hacia las playas soleadas cuando Shinobu no pudo contener su curiosidad más tiempo. "Tamayo-san, ¿por qué te ofreciste a acompañarme si pediste ayuda justamente porque no puedes salir bajo el sol?"

Tamayo sonrió suavemente. "Estoy aquí para ayudarte en todo lo que necesites. Durante el día, me esconderé en algún lugar seguro."

Shinobu frunció el ceño, pensando en cómo podrían manejar la situación. De repente, recordó cómo Tanjiro llevaba a Nezuko. "Tengo una idea," dijo, cambiando de dirección hacia el mercado más cercano.

Una vez allí, compraron una caja grande y resistente, similar a la que Tanjiro usaba para Nezuko. Tamayo y Shinobu la examinaron detenidamente.

"¿Tú... quieres que entre ahí?" preguntó Tamayo con una mezcla de incredulidad y nerviosismo.

Shinobu respondió sarcásticamente, "Claro que no, voy a entrar yo. Claro que tú. Ahora, entra."

Tamayo, aún nerviosa, obedeció. Usando su habilidad, se hizo un poco más pequeña y se acomodó dentro de la caja. "¿Estás bien?" preguntó Shinobu.

"Sí," respondió Tamayo desde el interior.

Shinobu cerró la caja y dijo, "Espero que esto funcione y no peses mucho."

Para su sorpresa, cuando cargó la caja, no se sintió tan pesada. "Vaya, eres bastante ligera."

Tamayo se sonrojó dentro de la caja, sabiendo que había usado su habilidad para hacerse aún más pequeña y ligera. "Sí, espero que funcione. Vamos."

Shinobu comenzó a caminar, llevando a Tamayo en la caja. Mientras avanzaban, sintió una mezcla de emociones. Era extraño y a la vez reconfortante tener a Tamayo tan cerca, aunque fuera de una manera inusual.

Las calles estaban llenas de gente y Shinobu se movía con agilidad, asegurándose de evitar cualquier contacto directo con la caja. Después de un tiempo, llegaron a la playa, donde los rayos del sol brillaban intensamente sobre la arena.

Shinobu encontró un lugar sombreado y seguro donde podía dejar la caja. "Tamayo-san, hemos llegado," dijo, abriendo la tapa.

Tamayo emergió lentamente, ajustándose a la luz tenue. "Gracias, Shinobu-san."

"Ahora, busquemos esas plantas," dijo Shinobu con determinación. "Trabajaremos rápido para que puedas volver a un lugar seguro antes de que el sol se mueva."

Juntas, comenzaron a recolectar los ingredientes necesarios, trabajando en equipo y desarrollando una relación de confianza mutua. Aunque aún había desconfianza y precaución, ambas sabían que esta misión era crucial para su causa común.

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