Capítulo 1: La Misión Inesperada

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Shinobu estaba en su laboratorio, sumida en sus experimentos habituales, cuando recibió una llamada urgente de Kagaya Ubuyashiki. Con una mezcla de curiosidad y preocupación, acudió a la reunión, donde el líder le informó de una misión inusual.

"Shinobu," dijo Kagaya con voz suave, "necesitamos tu ayuda para conseguir ciertos ingredientes que solo se encuentran en las playas soleadas. Tamayo ha solicitado nuestra colaboración, y creo que eres la mejor para esta tarea."

Shinobu frunció el ceño. La idea de trabajar con un demonio, incluso uno como Tamayo, no le agradaba en absoluto. Sin embargo, sabía que su deber era más importante que sus sentimientos personales. Asintió con determinación y se dirigió a la casa de Tamayo.

Al llegar, golpeó la puerta con firmeza. Para su sorpresa, fue Yuichiro, el asistente demonio de Tamayo, quien le abrió la puerta. La miró con una mezcla de desdén y curiosidad.

"¿Qué quieres?" gruñó Yuichiro, con los ojos entrecerrados.

"Estoy aquí por la misión que Tamayo-san ha solicitado," respondió Shinobu, manteniendo la calma a pesar de la actitud hostil del demonio.

Yuichiro bufó, pero la dejó pasar. "Tamayo está en el laboratorio. Sígueme."

Shinobu siguió a Yuichiro por la casa hasta llegar a una habitación llena de frascos, hierbas y otros elementos alquímicos. Tamayo, una mujer de apariencia joven pero con una mirada sabia y antigua, estaba inclinada sobre una mesa, examinando varios documentos.

"Tamayo-san," saludó Shinobu con una ligera inclinación de cabeza.

"Shinobu-san, gracias por venir," respondió Tamayo, levantando la vista y sonriendo suavemente. "Lamento tener que pedirte esto, pero los ingredientes que necesito son vitales para continuar con mi investigación sobre la cura para los demonios."

Shinobu tomó aire profundamente, tratando de controlar su incomodidad. "Entiendo. ¿Qué es exactamente lo que necesito recoger?"

Tamayo le mostró una lista detallada de ingredientes, explicando las propiedades de cada uno y por qué eran necesarios. Shinobu escuchó atentamente, anotando mentalmente todo lo que necesitaría para completar la misión.

"Puedes contar con mi ayuda, Tamayo-san," dijo finalmente Shinobu, con una determinación renovada. "Haré lo que sea necesario para conseguir estos ingredientes."

Tamayo asintió agradecida. "Te acompañaré en esta misión. Será más fácil si trabajamos juntas."

Shinobu asintió, sorprendida pero agradecida por la oferta. Aunque la idea de trabajar con un demonio seguía siendo desconcertante, no podía negar que Tamayo era una aliada valiosa en la lucha contra Kibutsuji.

Mientras Shinobu y Tamayo se preparaban para partir, Yuichiro las observaba con una expresión de disgusto. "No me agrada que trabajes con cazadores de demonios, Tamayo-sama," gruñó. "Pero si es necesario, no me interpondré."

Tamayo le lanzó una mirada firme. "Yuichiro, esto es por el bien de nuestra causa. Debemos trabajar juntos si queremos tener éxito."

Yuichiro bufó nuevamente, pero no dijo más. Con un último vistazo a la casa, Shinobu y Tamayo se embarcaron en una misión que no solo las llevaría a playas soleadas, sino también a descubrir más sobre ellas mismas y su lucha compartida contra la oscuridad.

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 Cura de Amor: (Tamashino) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora