Capítulo 9: Encuentro con el Pilar del Viento

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Unos días despues llegando a su destino.
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Sanemi Shinazugawa vio a lo lejos a Shinobu y se acercó rápidamente, sintiendo la esencia de un demonio muy cerca de ella. Shinobu notó su presencia y se puso frente a Tamayo, preparada para defenderla. Sanemi atacó rápidamente, alcanzando a Tamayo ligeramente en la mejilla antes de que Shinobu lo detuviera con rapidez.

"¡Sanemi Shinazugawa!" gritó Shinobu con furia, lo que sorprendió a Sanemi y lo hizo retroceder un paso ante la expresión de Shinobu.

"¿Qué te pasa, Shinobu? ¿Por qué proteges a un demonio?" preguntó Sanemi, confundido, preocupado y enojado. Shinobu ablo: "No permitiré que le hagas daño a Tamayo-san."

Shinobu tomo su katana con fuerza, tratando de explicarse. "Me encomendaron ayudarla en una misión," dijo firmemente.

Sanemi frunció el ceño. "Aún así, es un demonio," dijo con desconfianza, pero con un tono más suave.

Shinobu respondió con determinación, "Recuerda que Nezuko también es un demonio. Además, no lo será por mucho tiempo, íbamos a terminar la cura para convertir a los demonios en humanos."

Sanemi guardó su katana, lo que hizo que Shinobu se relajara un poco. "Está bien... las acompañaré," dijo Sanemi.

Shinobu negó con la cabeza. "No hace falta," insistió.

Sanemi persistió, lo que hizo que Shinobu se molestara. Lo tomó del brazo y lo atrajo hacia ella para susurrarle algo al oído. "Quiero estar a solas con ella, ¿entendido? No molestes."

Sanemi, nervioso por la expresión de Shinobu, asintió rápidamente. "Está bien, vayan con cuidado."

Shinobu tomó la mano de Tamayo, quien estaba feliz por las palabras de Shinobu, y se dirigieron hacia la casa de Tamayo, dejando atrás a Sanemi.

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Tamayo llevó a Shinobu dentro de la casa hacia su laboratorio, donde darían los ultimos toques para terminar la cura para los demonios.

Una vez dentro, Tamayo comenzó a preparar los ingredientes necesarios mientras Shinobu observaba con atención, lista para ayudar en lo que fuera necesario. El ambiente estaba cargado de tensión y Shinobu notó cómo Tamayo intentaba iniciar una conversación.

"Shinobu-san," comenzó Tamayo con cuidado, "sé que las cosas han sido complicadas desde que nos conocimos. Quiero agradecerte por todo lo que has hecho hasta ahora."

Shinobu asintió, sintiéndose un poco nerviosa con el tema que estaba por venir.

"Y también..." continuó Tamayo, "me di cuenta de que hay algo más entre nosotras. Algo que va más allá de esta misión y una amistad."

Shinobu la miró, sorprendida por su franqueza. "Tamayo-san..."

Tamayo suspiró suavemente. "No tengo idea de cómo funcionan estos sentimientos, Shinobu-san. Pero me gustaría saber si sientes lo mismo."

Shinobu se quedó en silencio por un momento, procesando las palabras de Tamayo. Finalmente, respondió con sinceridad, "Tamayo-san, desde que empezamos esta misión juntas, he sentido algo especial. No sé exactamente cómo etiquetarlo, pero sí, siento algo por ti."

Tamayo sonrió cálidamente. "Me alegra escucharlo, Shinobu-san."

Ambas mujeres se miraron por un momento, dejando que sus sentimientos se asentaran entre ellas. A pesar de las complicaciones y los desafíos que enfrentaban, habían encontrado algo valioso y significativo en su conexión.

"Creo que..." comenzó Shinobu, interrumpida por un ruido repentino fuera del laboratorio.

Ambas se miraron con preocupación cuando la puerta se abrió de golpe. Apareció Yuichiro con una expresión furiosa en el rostro.

Yuichiro miró directamente a Shinobu, su desconfianza ahora palpable. "¿Qué estás haciendo aquí, Shinobu?" preguntó con voz dura.

Shinobu se mantuvo firme, consciente de la tensión en la habitación. "Estamos aquí para terminar la cura, Yuichiro. No hay razón para desconfiar."

Tamayo intervino suavemente, tratando de calmar la situación. "Yuichiro, Shinobu está aquí para ayudar. Confía en ella, por favor."

Yuichiro parecía dudar por un momento, pero finalmente asintió con renuencia. "Está bien, pero no bajes la guardia. No sé qué intenciones tiene ella realmente."

Shinobu aceptó la advertencia con serenidad, entendiendo la preocupación de Yuichiro. "Lo entiendo. Estamos aquí para trabajar juntas por el bien de todos."

Con eso, volvieron a la tarea, concentrándose en la elaboración de la cura mientras Yuichiro vigilaba desde una esquina, aún lleno de desconfianza pero dispuesto a permitirles continuar.

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 Cura de Amor: (Tamashino) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora