Advertencias: Ninguna.
R18: No.
Continuación: Tal vez.
Fecha: 11/10/24
Palabras: 900
Desde que envío a Nagato a buscar al kyubi a Konoha, Obito sentía una incomodidad que no podía describir ni entender.
Se sentía algo impaciente, porque si Nagato lograba conseguir a Naruto, debían ir detrás del ocho colas de inmediato. Contener al kyubi es difícil, en especial con un Jinchuriki tan hiperactivo como Naruto. El niño nunca se quedaría quieto si lo atrapan.
Pero aún así, Obito cree que eso no es lo que le preocupa realmente.
Hay algo más y no sabe qué es...
Refugiarse en la dimensión del Kamui siempre lo ha ayudado a relajarse un poco. Estaba cansado, no había logrado dormir desde hace días y las ojeras debajo de sus ojos le empezaban a pesar.
Está cansado por todos lo fracasos de Akatsuki. Sí, lograron conseguir a casi todas las bestias con cola, pero perdieron a más de la mitad de los miembros de la organización.
Obito no es alguien sentimental con personas que no le importan, en especial con criminales que no significan nada más que un medio para un fin, pero perdió mucha fuerza militar en poco tiempo y eso sí era algo de lo que preocuparse.
Obito nunca se podría preocupar por alguien de esta insignificante realidad.
Sus dudas y preocupaciones se disipan cuando recuerda que Nagato fue detrás de Naruto. Nadie puede derrotar a Nagato. Nagato ganará porque es su soldado más fuerte.
Obito se quita la máscara en forma de espiral y se sienta sobre uno de los bloques en la dimensión del kamui.
Todo estará bien, ni siquiera esa extraña sensación de incomodidad que se arremolina en sus extrañas lo hará cambiar de opinión.
Obito frota sus ojos con los dedos y es en ese momento cuando ve algo que no debería.
La última vez que Obito vio una imagen borrosa que no le pertenecía, fue segundos antes de llegar y ver como la vida de Rin se desvanecía en un instante.
Obito logra ver al camino asura destruido en el suelo y por el reflejo de la banda ninja, logra ver a alguien que ni en un millón de años hubiera esperado ver tan destrozado; Kakashi.
La visión cambia y Obito siente náuseas. ¿Por qué? ¿Por qué se siente así?
Obito ve los pies de Pain y luego al camino deva con un clavo en la mano, apuntando al frente, probablemente a Kakashi.
Y se congela. Se congela por completo y siente un sudor frío bajarle por la espalda. Un escalofrío atraviesa su cuerpo y en un destello la visión compartida se corta.
Obito siente un repentino vacío en el pecho y le sudan las manos.
Cuando perdió a Rin, se había convencido de que nada en el mundo "real", valía la pena, porque es cierto, nada en este maldito mundo valía algo, o al menos así quiso convencerse.
Además de Rin, Obito tuvo (tiene) una segunda luz, que a diferencia de la primera, no brillaba tan fuerte, pero todavía ilumina el oscuro túnel que es su vida, o al menos un poco.
Obito dijo que no vale la pena, que no le importa, solo que lo hace y muchísimo.
No se aferra al mundo que todos llaman real, pero una parte de Obito, muy en el fondo, todavía se aferra a aquello que lo hace sentir vivo.
Obito quiere que Kakashi sea feliz y viva en el mundo de ensueños que creará, pero Kakashi nunca lo hará si muere.
Qué irónico. Obito fue la parca de la única persona que le queda.
Y quiere creer que no le importa en absoluto, Kakashi estaría en el mundo de ensueños de tosas formas, pero el cuerpo de Obito reacciona más rápido que sus conflictivos pensamientos.
En segundos, está parado en un montón de escombros en Konoha. Detenerse a ver la cantidad de destrozos que hizo Nagato no es relevante; asegurarse que Nagato tiene a Naruto no es su prioridad.
Sus pies se mueven más rápido de lo que debería para alguien que quiere convencerse de que da igual. Kakashi murió para completar el plan ojo de luna.
Kakashi estará en su mundo perfecto.
Kakashi estaría vivo ahí.
Kakashi lo dejo igual que Rin... Y es su culpa. Otra vez.
Frente a él, enterrado en un montón de escombros y rodeado por salpicaduras de sangre, yace el cadáver de, probablemente, la única persona que le importa en este mundo.
Obito se acerca lentamente y se arrodilla antes de estirar su mano para levantar la cabeza de Kakashi. No hay ningún tipo de resistencia; su piel todavía se siente tibia, pero no hay pulso ni señales de vida.
No hay dudas, Kakashi está muerto.
Obito toma el rostro de Kakashi con suavidad y acaricia su mejilla izquierda, debajo del ojo Sharingan que un día le dio.
Tomar el otro ojo es tan fácil. Tan rápido y sencillo, pero no puede, algo lo detiene.
Si tuviera su otro ojo, sería muchísimo más fuerte, él lo sabe, pero es incapaz de tomar el ojo que un día fue un regalo.
"No pudiste proteger a Rin y tampoco a ti mismo... Pero hiciste lo que pudiste", Obito se sienta en el suelo y baja la máscara de Kakashi. "No sé qué pensaras cuando despiertes en el más allá y veas que no estoy ahí, pero te traeré de vuelta como traeré a Rin."
Obito aparta su propia máscara para dejar a la vista solo sus labios y sella esa promesa con un beso en un par de labios tan fríos como el hielo.
ESTÁS LEYENDO
Naruto Shippuden; OS.
RandomOne-shots de Naruto. ⚠️Todos los personajes son mayores de 21 años⚠️