Nunca creyó que su vida terminaría de esa manera, siempre soñó con un esposo que la amara tal y como era, amigos que no la abandonarían por muy difícil que se vea la situación y un trabajo estable sin problemas.
Sin embargo cuando ella llegó su vida...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Su infancia fue normal, como la de cualquier otro niño, quitando los malos momentos fue una infancia simple sin mayores inconvenientes. No tenía una gran cantidad de amigos, no obstante, tenía un par con los cuales vivía aventuras en la vecindad donde vivía.
Sus padres no eran los mejores, a veces la olvidaban, la ignoraban, captar su atención era una tarea complicada. No los culpaba, su madre se enteró que estaba embarazada cuando estaba por dar un final definitivo a la relación con su padre, sin esa prueba positiva, ellos hubieran tomado caminos separados.
Intentaba no culparse.
Su adolescencia, no fue la mejor época, prefería borrarla de su mente. El bullying que sufrió creó inseguridades que antes no le importaban, su cabello rosa chillón, el tamaño de sus pechos, su apariencia y, lo más importante, su frente un poco más grande de lo normal crearon en ella pensamientos negativos que no abandonaron su mente por el resto de vida.
Fuera de eso nunca odio su vida hasta el punto de arrepentirse, sin embargo, luego de unos años de matrimonio con Sasuke comenzó a cuestionar si de verdad fue una buena opción casarse con ese hombre que le era indiferente sin importar la en la que se encontraran.
Hubiera preferido seguir soltera.
Un zumbido molesto esfumaba su reflexión, no sabía exactamente que era ese irritante sonido. Sus ojos que se encontraban cerrados comenzaron a abrirse lentamente buscando al causante de ese desesperante sonido, al abrirlos no creía lo que veía, debía ser su mente jugandole una mala pasada.
-- ¡Sakura! Despierta -- la aguda voz de la mujer que se encontraba frente a ella la conocía muy bien, pasó tanto tiempo junto a ella que su voz podía reconocerla desde la distancia -- Oye frentona, se que estás emocionada por tu boda, pero estás en el trabajo no puedes fantasear cuando se te de la gana --
Su mejor, o más bien su ex mejor, amiga vestía un uniforme que asentaba su cintura, su hermoso cabello rubio que llevaba amarrado en una coleta alta, traía consigo maquillaje no muy cargado que relucía sus hermosos ojos azul marino que siempre usaba para sacar provecho de algo.
No, no podía ser ella.
Ino Yamanaka, su nombre, había dejado la empresa dos años después de su matrimonio con Sasuke todo eso fue por un rumor que llegó a oídos de la esposa de Itachi Uchiha, el hermano mayor de Sasuke. Dicho rumor decía que la rubia se había acostado o intentado acostar con Itachi en un acto desesperado de subir de puesto, este rumor la hizo quedar tan mal que la empresa le dió la posibilidad de dejar su puesto por si sola antes de que la empresa lo haga.
Desde ese día su conexión con ella fue nula, más que nada era por manipulación de los Uchihas que le señalaban que no podía ser amiga de una chica adultera que se metía en matrimonio ajenos. Ellos creían que si se seguía juntando con ella se le pegarían las vulgares acciones y actitudes de esa pordiosera chica.
