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Todo era más tranquilo antes que tú aparecieras y perturbaras mi tranquilidad. ¿No sé dan cuenta que intento olvidarme principalmente de Ella?
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¿Qué pasaba?, hoy se estaba demorando más de lo habitual, ella siempre llegaba a la hora perfecta, ¿Por qué hoy no?.

Aquel azebache ojeroso estaba sentado, pensando en porque su doctora no llegaba. No era normal que tardará mucho, aunque. ¿Por qué pensaba en eso?, ni que le importara.

–¿Qué haces aquí?, vete... Lárgate... ¿Por qué no me dejas en paz?–Susurraba, mirando aquella figura frente a el.

–No puedo dejarte ir... Yuuta-kun... Eres mio... Siempr-–un jarrón salió volando hacia aquella figura.

–¡Buenos días Okkotsu-san!–

Es agradable voz de la castaña, hizo que el azebache volteara a verla, le gustaba su sonrisa, se sentía tan cálido con ella, Pero negaba a toda costa todo lo que empezaba a sentir por ella. Negaba sentirse cálido, seguro y protegido. Negaba que le gustaba su sonrisa, su cabello y sus ojos. Negaba todo de ella.

–¿Por qué te demoraste?

–¿Te preocupas por mi Okkotsu-san?, que tierno de tu parte

–Tch, en realidad. Deseaba que no vinieras

–Por un momento me ilucioné. Bueno, ¡Te tengo una sorpresa Okkotsu-san!

La sonrisa de la castaña se esfumó al ver aquel jarrón roto, se acercó a "analizar" la situación con mirada sería.

¿Tubo un ataque?. Pensó, miro de reojo a Yuuta, luego sonrió como siempre. Se acercó a Yuuta y tocó su hombro.

–¿Puedes decirme que paso con el jarrón?, ¡Era muy caro!–Se quejo ___.

–Tch, que molesta eres. No sucedió nada... –Se aparto de ella bruscamente.

[...]

Se veía más feliz que lo normal. Algo raro, pero más raro era lo que el azebache hacia. Con todos había sido brusco, agresivo, violento e insoportable,¿Por qué con ella no era así?.

–¿El...? –Susurro sorprendida una de los tantos psiquiatras de la mesa.

–¿Está...?–Susurro otro.

–¡¿Tranquilo?!–Termino la frase Ariel, mirando tan sorprendido como los otros psiquiatras.

Todo el centro psiquiátrico estaba sorprendido, desde que estaba aquí, era la primera vez que salia al patio, y aunque su rostro mostrará la expresión de querer morir, andaba tranquilo con su psiquiatra encargada, ____ , ella le hablaba tan alegremente, y el simplemente miraba al piso.

–¡____!, ¡Tenemos que hablar!–La voz enojada de Ariel se hizo presente entre la castaña y el ojeroso.

–¿Mmh?, ¿Sucede algo Ariel?

–¡Pues si!, tu y yo, ahora... Vamos–Ariel hablaba con un tono serio y casi enojado, ¿Pero por qué?.

–yo n-

–No puede... Ahora mismo está trabajando... –Hablo el ojeroso antes que la castaña respondiera.

–Es cierto, hablamos después, ¿Si?

Y antes que el azebache respondiera, Yuuta agarro el brazo de ____ y se la llevó de ahí, a cualquier otro lugar.

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"–¡Yuuta!, ¡Yuut...

–G-gojo... Y-yo... No... No quería... Ella... Yo no...–

Lágrimas salían de sus ojos, estaba asustado y desesperado, miraba sus manos, ¿Qué había hecho?, ¿Por qué lo había hecho?.

Sangre regada en el suelo, paredes y en la ropa y rostro del azebache era presente, el cuerpo de aquella persona estaba frente a el, sin vida. El solo lloraba, y Gojo, solo veía la escena, se acercó a pasos lentos al azebache para golpear su frente con dos dedos, provocando un desmayo en este.

–¡Gojo!... Pero... ¿Qué paso aquí?–

–Maki... El está empeorando... No es bueno tenerlo aquí...–

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–¿Entonces eso fue lo que pasó?... –Pregunto la castaña sería, mirando al azebache, quien estaba dormido.

–... Si, señorita ____, tuvimos que ponerle un sedante para dormirlo...

–¿Cómo está... La enfermera?

–Ella está bien, solo tiene unos rasguños y golpes leves en sus brazos... Pero... Algunos que estubieron ahí, en ese momento dicen... Qué el no dejaba de nombrar a... Una tal...Rika Orimoto.

La castaña, asintió levemente, para dar media vuelta y alejarse de aquel cuarto donde se encontraba su paciente, su principal objetivo era poderlo hacerle cambiar de opinión de no suicidarse, ahora solo quería saber más de ese chico, y su búsqueda iniciaría con su padre adoptivo.























































Gojo satoru.

𝐎𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐨𝐧|Yuuta okkotsu x readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora