CAPITULO 12

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“Duerme con los ojos abiertos, que un mounstro va atras de tí”. No sé que significa, pero lo voy a investigar. Cinco minutos después de estar disociando en un lugar específico de mi cuarto. Escucho como tocan mi puerta.

— ¿Puedo pasar? — La voz de mi mejor amigo se escucha del otro lado.

— No — me acomodo en mi cama, buscando la posición más cómoda, para seguir durmiendo.

— Tenemos que entrenar Serafín — sigue tocando mi puerta. De verdad, menos mal que puse seguro. Por qué si no, desde cuándo fuera entrado.

Ya se me había olvidado el entrenamiento, no quería ir, pero tampoco quería faltar. Así que me levanté, me dí una ducha fría. Teniendo todo listo, le abro la puerta.

— ¡Buenos días familia! — todos me miraron extraño. — ¿Qué? ¿Por qué me miran así?

— Porque no eres decir eso... — comenta Scarlett

— Hay que utilizar palabras nuevas — digo — ¿Por qué se impresionan tanto?

No obtengo ninguna respuesta por parte de mi familia, solo miradas. Terminamos de comer y de organizar lo que nos faltaba.

— ¿Me dejan en casa de una amiga? — Pregunta Scarlett.

— Está bien....

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— ¿Qué pasa? Qué te veo distraído hoy Serafín — dice el entrenador al darse cuenta que no estaba rindiendo como lo hago normalmente.

— No me pasa nada — digo tomando un sorbo de agua antes de volver a entrenar.

En realidad si me pasa, no conocen a Heinner y lo que es capaz de hacer por salir de ALPEM. Debería de hablarlo con mis padres, pero... Prefiero quedarme callado. Después del entrenamiento tuve que reunirme con Kevin en mi cuarto para contarle lo sucedido.

— Y por eso te llamó — me dice pensativo

— Sí, pero lo conoces igual que yo. Estuviste conmigo en esos días y sabes muy bien que él lo mató.

— Y si... ¿Los estaba protegiendo? Solo piénsalo.

Es cierto, tenía un punto a favor, lo que no sabemos es el por qué no quieren que esté suelto. Según mi familia, él está asalvo allá. ¿De quién?

— ¿De quién? Según mi familia él está asalvo allá y no aquí. La única de mi entorno familiar es Melissa.

— ¿No sabe?

— No, no sabe. Y hay que mantenerla fuera de esto. Tampoco quiero involucrar a Alisson.

— La estás involucrando igual Serafín.

— Sí lo sé, Pero es a mi beneficio. Sé, que Meli la mando a sacar información.

— No dejes que se enamore de tí. — me señala

— No prometo nada Kevin, no puedo sentir empatía, no puedo amar.

— Lo sé...
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Una noche fresca voy camino a la casa de Melissa, buscando información útil. Ella cree que me va a ganar Pero lo que no sabe que cuando ella va. Yo voy hasta lo hago mejor que ella.

— ¿Qué haces aquí? — dijo dejándome pasar un poco confundida.

— No puedo visitar a mi prima favorita...

— Pero... Es muy raro, ¿Qué quieres?

— Necesito hablar contigo

— ¿Sobre qué?

— Ven conmigo — señaló un espacio a mi lado en el sillón. — Necesito saber qué lo que estás planeando.

— ¿Cómo? Yo... Yo no estoy planeando nada Serafín.

Es mentira, se le nota en la voz y observo en su rostro lo roja que se está tornando. Lo que ella no sabe, es que siempre que miente tiene algo que la delata... En éste momento ponerse roja.

— ¿Has visto a Alisson? No me contesta los mensajes, también tengo que hablar con ella.

— Hoy no la he visto, si logro hablar con ella te digo — Dice levantándose para irse a la cocina.

Me levanté para seguirle el paso.

— Oye... Sobre el bosque, no puedes decir nada. Ni a Alisson, ella no merece por ahora saber lo que viste.

— Ella no sabe nada, así que puedes tener tu conciencia en Paz. Solo la tuya por qué la mía no está. Tu crees que es fácil olvidar lo que hiciste — dijo acercándose

— Te advertí que no fueras al bosque, aaah... No, la niña no quiso ver los mensajes y tuvo que adentrarse a el. Cuando claramente te dije que no Melissa, todavía la oferta está de pie. Tu decides.

— Tengo que seguir pensándolo, esto es nuevo Serafín, saber que mi familia tiene muchos secretos que no sé... Es impresionante y a la vez aterrador.

— No puedes tenerle miedo a tu propia familia, jamás te harán daño. — Digo agarrando la bolsa de papitas que está en la mesa.

— Otra familia puede ser, la mía se ve que sí lo puede hacer en cualquiera momento.

Nos quedamos cinco minutos en silencio, dejando lo que dijo en el aire.

— Ya es hora de irme...

No dice nada, me abre la puerta y sigo mi camino hacia el bosque. Scarlett me dejó como diez mensajes diciendo que ya teníamos a otra víctima del mal, teniendo todo preparado para empezar con el interrogatorio.

— ¡Por fin!... Aahs, llevo esperándote como media hora — Me pasa los aguantes y las máscaras.

— tampoco es tanto, no exageres. ¿Quién es la víctima de hoy? — Digo acercándome, observando mejor. Sus ojos transmitían miedo, confusión, sed de venganza.

Yo también busco eso, estamos buscando lo mismo.

— Tiene 30 años de edad, mato a 15 inocentes dejando sin vida a diez, secuestrando a los otros cinco que quedaron. Víctimas entre 15 a 20 años de edad.

— ¿Por qué no me matan de una vez sin tantos rodeos?

— Tantas ganas tienes de morir o la culpa no te deja la conciencia en paz... — Digo

— Mira bonito, somos iguales

— Ja, yo soy mejor que tú y más guapo. ¿En qué crees que nos parecemos?

— Ambos no sentimos amor, ni comprensión. Ambos estamos conciente de lo que hacemos.

Otro que me quiere dar un sermón de vida.

— Mira, no estamos aquí para platicar si sentimos o no compasión por la otra persona o víctima como le quieras llamar. Estamos aquí por la acción. Iniziamo...

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