Capitulo 21

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Maraton 2/3

Roberta
Cuando sus labios chocaron con los míos toda razón se fue al caño, la tomé con fuerza de la cintura para aproximarla a mi cuerpo mientras ambas nos deborabamos en un beso, comenzó a desabrochar mi camisa, para después quitarla, haciendo lo mismo con mis pantalones y mis botas, yo subí su vestido para acariciar sus glúteos
escuchándola gemir, y baya que sus gemidos ya eran mi sonido favorito, una vez que se deshizo de mis pantalones, me guio hasta la cama tirándome sobre ella, me enderecé un poco para observarla, comenzó a desabrocharse aquellos botones del vestido poco a poco dejándome ver su hermoso cuerpo, sí, me estaba enloqueciendo, yo estaba sentada en la orilla de la cama observando como caía su vestido al suelo, se quitó las zapatillas y se aproximó a mi así en esa maravillosa lencería, y se sentó a horcajadas sobre mí, aferrándose a mi cuello mientras mis manos la sujetaban de la cintura para que no callera.

Ana
Comencé a besarla de nuevo, mientras me frotaba sobre ella, sintiendo en mi
intimidad cada vez más su erección crecer, empapándome con solo sentir su rosé, ambas estábamos muy excitadas mi humedad traspasaba mis bragas y su erección era más firme y dura, sus gruñidos me enloquecían, la forma en que sus labios besaban mi cuello y lo mordían me estaba excitando cada vez más, mis movimientos se hicieron más desesperados en la necesidad de sentir su erección rosar mi punto sensible, me levante de su regazo, su respiración era agitada, se veía tan caliente en ropa interior, sobre mi cama, me incline asia ella sensualmente y la bese mientras retiraba su top dejándome ver esos hermosos y pequeños pechos, comencé a besarlos, mientras que con mi mano acariciaba toda su longitud, fui bajando dejando besos en su perfecto
abdomen, hasta quedar de rodillas frente a ella, sus ojos dilatados me veían con
deseó, tome el borde de su bóxer y junto con su ayuda logré retirar aquella prenda que impida su completa desnudes, tome con mi mano su miembro y comencé a estimularlo mientras ella gruñía y me observaba, no dude más y comencé a lamer, toda su longitud mientras sus gemidos escapaban de ella, después de algunos minutos metí su miembro en mi boca saboreándolo y chupándolo, mientras sus ella mordía sus labios conteniendo sus gemidos, yo comencé a hacerlo más rápido sintiendo cada vez más duro y caliente su miembro, tomo mi barbilla y me retiro su longitud de mi boca,
quiso apoderarse de la situación tomándome de la cintura para girarme sobre la cama pero no la deje, la empuje sobre el colchón asiendo que su espada chocará con mi colchón, se acomodó en mi cama mientras yo me subía sobre ella, tomando su miembro con mi mano para colocarlo en mi intimidad, así lo fui introduciendo poco a poco, hasta llenarme con él, un gemido de dolo escapó de mí cuánto por fin estuvo
dentro de mí, me apoye sobre sus hombros y comencé a moverme, sobre ella.

Roberta
Jamás había sentido tanto placer la forma en que ella me lo estaba provocando me tenía completamente a su merced, era tan erótico verla moverse sobre mi de esa manera, retire su sostén para poder observar sus pechos rebotar mientras me montaba, se veía ya caliente y sensual, sentía que en cualquier momento iba a explotar, me estaba costando contenerme sus movimientos era demasiado para mí, su cuerpo desnudo me estaba llevando al orgasmo, apreté con fuerza sus caderas
conteniéndome, sentí sus paredes apretar más mi miembro y sus fluidos empaparme, gemidos de placer escapaban de ambas, en cuanto su orgasmo llegó no puede contenerme más corriéndome dentro de ella, salí de ella acomodando su cuerpo desnudo a un costado del mío mientras dejaba besos en sus labios y meguillas.
Después de algunos momentos volvimos hacerlo, para después nuevamente
abrazarnos y repartir caricias.

Ana
Estábamos recuperando el aliento, estaba abrazada a su pecho mientras ella
acariciaba mi espalda haciendo figuras en ella, haciendo erizar mi piel, me gire para darle la espalda y así ella pudiera abrazarme mejor, pero ella comenzó a repartir besos en mi cuello y espalda mientras que con su mano, comenzó a acariciar mi pezón y mi pecho, encendiéndome otra vez gimiendo de deseo, sentí su erección rozar mis
glúteos por lo que no dude en acercarlos más asia ella, comenzó a frotarse en mi
mientras me besaba y acariciaba, yo estaba otra vez empapada, su otra mano viajo a mi intimidad, acariciándola mientras ella se frotaba en mi.
- ha....ha.... Si....

Un Amor Diferente ( Robertana ) G¡PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora