Capitulo 25

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Roberta
La baje del caballo y otra ves la cargué, en mis brazos y así entre con ella al agua

Ana- haa!! Está fría salvaje está!! ( la muy grosera me había metido al agua
cargando) mis botas Dior!! (Era claro que esas botas estaban jodidas ya) eres una
loca! Ya suéltame!! Que me mmmmm

Roberta
sus gritos y comportamiento ya me había cansando así que la besé, tomándola de la nuca con fuerza para que no escapara de mi beso, se resistió al principio pero cuando rose mi lengua con sus labios, abrió su boca permitiéndome devorar sus labios, sus manos se aferraron a mi cuello y sus piernas las enredo en mi cintura mientras que yo con una mano sujete sus glúteos, comencé a dejar besos en su cuello, escuchándola gemir, eso quería estaba harta de sus gritos y los únicos gritos que quería escuchar es
sus gritos de placer, así besándonos la lleve hasta la pequeña cascada para mojar bien nuestros cuerpo y el lodo que había en su cabello se desvaneciera, mientras aún besaba su cuello hambrienta de ella y de su piel, nos retiramos de la pequeña cascada
y comencé a desnudarla tirando la ropa a la orilla del río, ella hiso lo mismo con la mía quedando ambas desnudas bajo el agua, volvió a enredar sus piernas en mi cadera sujetándose de mi cuello mientras yo con ambas manos acariciaba sus glúteos y los rosaba con mi ya creciente erección, tome con una mano mi miembro y lo coloque en su intimidad para entrar en ella, gimiendo de placer cuando estube completamente
dentro de ella, y así en esa posición comencé a follarla, mientras ella se aferraba a mi cuello, yo sujetaba sus glúteos y y la movía para adentrarme en ella una y otra vez.

Ana-- ha... ha.... Roberta

Roberta- me encantas cariño
(Busque sus pechos y los bese mientras ella rebotaba en mi, sus uñas comenzaron a rasguñar mi espalda mientras nuestros gemidos se mezclaban, el agua ya no se sentía
fría, ahora la temperatura de nuestros cuerpos quemaba, ella se desasía entre
gemidos y gritos de placer mientras yo la penetraba cada ves más fuerte,
observándola mientras disfrutaba de mis embestidas, comencé a tomarla con más
fuerza y sentí dolor en mi espalda sus uñas eran cada ves más enterradas en mi, y me encantaba, me encantaba ser yo la dueña de ese momento, ser la dueña de su placer, su cuerpo estaba a mi merced, y yo solo me enfocaba en hacerla llegar, conteniendo
mi propia necesidad, cuando sintió llegar, busco mi boca para besarme ahogando su gemido, su cuerpo se des tenso la aferre más a mí y la penetre unas cuantas veces más para correrme en ella, quedamos así por varios minutos en aquella posición, lentamente salí de ella bajándola colocándola sobre el suelo, la besé de nuevo de esa
manera que me encantaba hacerlo posesivamente hasta dejarla sin aliento).

Ana- ( me solté de sus brazos) de me debes unas botas ( le dije salpicando le agua en la cara mientras nadaba lejos de ella)

Roberta- ( la seguí y la abrase mientras besé sus labios nuevamente) pues tendremos dos motivos para ir al pueblo

Ana- crees que en ese pueblucho venden ese tipo de botas, son Dior Roberta!

Roberta- mmm no no venden de esas pero venden unas mejores y más resistentes, que esa desechables

Ana- jajaja desechables

Roberta- te llevaré al pueblo y te cómprame unas

Ana- no gracias de seguro me salen ampollas con ese tipo de botas

Roberta- deja de ser tan arrogante

Ana- mmm ( vi su mirada triste tal ves si me había pasado con mis comentarios pero era verdad no estaba acostumbrada a usar cualquier zapato, la sujete del cuello y la besé) está bien dejaré que me compres unas

Un Amor Diferente ( Robertana ) G¡PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora