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Tu sonrisa es agria, no me obliges por favor, sabes que no suelo amar sin ponerle dolor.

-¿Tienes trabajo hoy?-Un rubio preguntaba mientras servía un poco de café en una taza, era domingo y descansaba por lo que tenía planeado pasar todo el día en su hogar

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-¿Tienes trabajo hoy?-Un rubio preguntaba mientras servía un poco de café en una taza, era domingo y descansaba por lo que tenía planeado pasar todo el día en su hogar.

-No, hoy la cafetería no abre. Aunque estaba pensando en invitar a salir a Wendy.-Sonrió y tomó un sorbo de aquel café.

Butters formó una sonrisa confusa en su rostro y miro a su primo sorprendido por cada acción que este hacia entorno a la pelinegra.-¿Ella realmente te gusta, no?-Pregunto con cierta diversión en su rostro.

‐Uhm, no, ¡como crees!-Respondió de manera veloz pero nerviosa, oculto su rostro en un pedazo de pan y evitó la mirada del ajeno. Butters soltó una risita leve y hablo.

-Pues, ella aún no termina la universidad. Y no pareces estar muy seguro de que hacer con tu vida.-Murmuró Butters.

-Bueno...si es necesario buscar una manera de sobresalir, la buscaría, además.. no lo negaré más. Si, me gusta pero no planeo tener nada serio hasta que no termine la universidad, ella es linda y inocente. Quiero que este preparada y pueda decidir.

Ambos meditaron por un momento más acerca del tema. Hasta que finalmente Butters habló.-Y, ¿me contarás que pasó aquella noche que llegaste alborotado, como si hubieras escapado de alguien?

-oh, eso. Si llegue aquí fue gracias a que Dios nos guardo a mi y mi amada.-Tweek hizo una pausa para pensar lo que iba a decir a continuación.-La calle que Wendy y yo solemos tomar para regresar esa noche estaba rodeada de motociclistas, parecía que estaban cerrando la zona. Wendy propuso ir por otra calle y ambos fuimos por esa calle. Lamentablemente en esa calle se encuentran aquellas casas de la lujuria...bueno, en un momento determinado cuando íbamos a pasar chocamos con unos hombres. Ella se separo y quede en medio.-El rubio guardo silencio por un momento, no sabia como explicar lo siguiente.

‐Y, ¿luego, ellos te golpearon?-Pregunto con una preocupación notoria.

-No, claro que no, choque con un hombre..el no lucia molesto ni nada, solo me pregunto mi nombre y me dijo el suyo, Craig...craig tucker.-Tweek penso un poco, hasta que el sonido de tos lo saco de sus pensamientos. Butters se encontraba tociendo desesperadamente.

-¡Butters!-El rubio rápidamente se paro para ayudar a su primo, le dio unos pequeños golpes en la espalda y un vaso de agua fueron suficientes para que Butters pudiera recuperar la calma en su pecho y para que pudiera articular palabra alguna.

Iglesia del amor | Creek-othersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora