capítulos 7

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Whatsapp:  8 de Julio de 2015

Daniel: No puedo estar tranquilo. Siempre termino siendo una distracción

Amanda: Cariño, Ya, por favor. No eres una distracción. Si fueras una distracción, ya estuviera reprobada en segundo y no es así, de hecho, salí mejor. Tienes que estar tranquilo ¿si?

Daniel: Es que..bien..Sólo no quiero perder... No quiero perder a alguien más y menos a ti

Amanda: No me perderás y menos por algo así

Daniel: ¿Y si pasa? ¿Que seguirá?

Amanda:  No va a pasar algo asi. Mi madre no me será un impedimento. Ella no puede prohibirme algo así.

Daniel: Eres mi novia ¿Lo sabes?

Amanda:  Lo sé

Daniel: La única, la más cariñosa, la más inteligente.Y usa lentes

Amanda: Chica intelectual, por favor

Daniel: Mi chica intelectual. Y yo soy tu novio

Amanda: Mi novio, mi chico, mi chico gamer. Mío, mío

Daniel: Sólo tuyo. Éste pequeño cabrón no necesita a otra mujer. Con mi pequeña basta

Amanda: Tu pequeña.
"Era tan simple, con sólo una palabra podía hacerme volar"

Daniel: ¿Mota? No soy alguien.. Romántico. Alguien que sepa decir cosas lindas. En verdad lindas. Sólo soy otro baboso diciendo cosas para verte sonreír

Amanda: Mi vida, Si eres romántico. Serás romántico cuando tu quieras ser romántico

Daniel: No creo. Sólo digo lo mismo "te amo"

Amanda: Yo también digo lo mismo siempre

Daniel: Porque así eres

25 de Agosto del 2023

Lunes 11:30 a.m.

¿Es él? ¿De verdad? ¿No estoy soñando? Volteo a verlo y... Mierda, si es él. Suelto las lágrimas. Esto puede significar algunas cosas y no quiero saber cual es una de ellas.

Siento su cuerpo calido pegado al mío y es como antes, todo sigue igual, no, no todo, solo su calidez hacia mi. Es... Algo mágico. Sus brazos fuertes me rodean. Con es izquierdo acaricia mi cabello y con el derecho me agarra la cintura. Besa un poco mi frente. Respiro hondo su olor y es como si me llenara. Tan... Ah. Siento que me calmo un poco y él se separa. No ¿porque te separas?

—Hola, Amanda—dice él con una sonrisa llena de cariño en los labios. Yo besaré ese cariño.

—Hola, Dani.

—¿Como estas?—pregunta. Eleva un brazo a la altura de mi cara, extiende la mano y seca una lágrima.

—Ahora estoy mejor.

—Me alegro. ¿Trabajas aqui? —no, como crees, solo vengó de paseo, ya sabes...

—Sipididi— suelta una risita. ¿Que?

—Bueno, un gusto compañera. Soy el nuevo maestro de Historia, cómputo e inglés.

—EH, Felicidades, cariño—no puedo evitar abrazarlo, y sonrió contenta. Él siempre quiso esto, ser maestro de esas materias y de música. Toca hermoso.

—Gracias, pequeña—me aparto de él y sonríe— ¿Maestra de Comprensión de textos?

—Y de Metodología—levanto el dedo.

—Y eso que no querías ser maestra.

—Bueno, ya sabes...

—Si... Oye, ¿quieres ir a beber algo? —Siento el nudo más gigante de toda lo vida. ¿Beber algo? ¿A que se refiere? ¿Un café? No, no. Un café no, ahora que te acabó de encontrar no. —tranquila, solo será un refresco o... Agua como a ti te gusta. —Sieto aire nuevo en mis pulmones, gracias a dios no fue un café.

—Profe, ya terminamos. ¿Podemos irnos?— Dice Adan desde la puerta del salón

—No.

—Pero profe...

—Nada, hoy es doble asistencia, son dos horas, es final de semestre hay mucho que hacer.

—¡Ag! — voltea los ojos y se mete.

—Los traes de los...

—testículos. Que sientan lo que yo sentí.

—Pero si a ti ni te daban clases.

—Sh... Ellos no saben—le susurro con una sonrisa.

—Bueno, ¿nos vemos a la hora de salida? Tengo que dar clases de Inglés.

—Claro, a las 12:30.

—Si— asiente y me da un beso en la mejilla. Oh, cuanto te he extrañado. Se va lentamente... Se ve tan sensual. Voltea a verme y me cacha mirándolo. Se ríe, voltea de cuerpo entero, me dirije la mirada y se muerde el labio... Se da media vuelta y se va. ¡HIJO DE LA CONCHA! Se atrevió a morderse el labio después de tanto tiempo... ¡ÉL SABE QUE ESO ME PROVOCA!

—¡Profe!, tapese la boca, se le meterán las moscas.

—Nadie te pidió opinión, Alonso Grande. NADIE

—¡LIBERTAD DE EXPRESIÓN!

—Libertad de expresión la que tendrás cuando te repruebe ¿ya terminaste el trabajo?

—Oiga no.

—¿Y el trabajo?

—Allá—eleva la mano al cielo

—Ve por ella a ver si no te caes igual que tu calificación.

—¡¿PERO QUE HICE YO?!

—¡ANDAS DE METICHE, ALONSO!

—¿CUANDO QUE NO VI?

—YA, METETE AL SALÓN...

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