CHAPTER 3

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—Por fin los pude encontrar, capitán y

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—Por fin los pude encontrar, capitán y... — Se quedó expectante de que mencionaran el cargo que tenía Yasu.

 —Bueno, puede decirse que soy algo así como la sub capitana de los 7 pecados, aunque prefiero verlo como un apoyo. — 

 —Estoy muy aliviada de haberlos encontrado, pero de ustedes se dicen que son despiadados, y que cometieron los peores crímenes, ¡me gustaría saber si eso es verdad! – 

 —La curiosidad es mala, princesa Elizabeth, y puede llevarla a lugares que nunca desearía visitar. — 

 —No le hagas caso a Yasu, solo quiere asustarte, pero respondiendo a tu pregunta, sí, nosotros cometimos pecados que están sobre nuestras espaldas, recordándonos diariamente lo que debemos pagar... —El ambiente estaba tenso, serio, más de lo que me gustaría.

 —Cuáles... Fueron esos pecados tan fuertes que cometieron. — 

 —Yasu corto más de cien mil cabezas de hombres inocentes y yo incineré pueblos hasta su total extinción. —

¡Pero qué mentiroso! Un día de estos nos meteremos en un problema por no tomarse las cosas de manera seria.

 −Cállate! Todo eso es mentira, nunca hicimos nada de eso Elizabeth. —Al menos no con inocentes. 

 —Vamos cielo, tampoco creo que se lo haya creído, ¿verdad Elizabeth? –Como no, la susodicha se encontraba de piedra, sorprendida y supongo asustada del sitio en el que había parado.

 Tranquilla cariño, yo pasé por lo mismo cuando me case con el enano. 

 —Dejemos de lado las estupideces de este animal, si quieres puedes ir a cambiarte, cree un uniforme para ti, así estás más cómoda y no solo con ese body. —

 −Oh sí! Muchísimas gracias, señorita Yasu, por su amabilidad, vengo en un momento. — 

 Una vez a solas con Meliodas no dude en jalar su oreja fuertemente.

 —¡Como puedes decirle eso a la pobre niña, casi le da algo justo frente a nosotros por tu andar de lengua larga! —

 —¡Pero si no dije nada! Que ella pensara que era en serio no es problema mío, suéltame, cielo, por favor. —Alargo la última vocal haciendo el nulo esfuerzo para zafarse de mi agarre. 

 —¡Cuando la próxima vuelvas a hacer algo así dormirás en cualquier lugar menos en nuestra cama! —Antes de que pudiéramos continuar la pelea Elizabeth volvió de cambiarse con el uniforme que le hice, una camisa rosada pálida con las mangas arremangadas hasta el codo y un pantalón holgado color negro.

 —Señorita Yasu, muchas gracias por el uniforme, ¡es muy cómodo! Pero... ¿No cree que el pantalón es muy grande? — 

 —Bueno, lo hice pensando en tu edad y comodidad, pero si quieres puedo encogerlo un poco para que no te moleste tanto. — 

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⏰ Última actualización: Jul 28 ⏰

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𝗣𝗘𝗔𝗖𝗘- 𝗠𝗘𝗟𝗜𝗢𝗗𝗔𝗦 𝗫 𝗢𝗖 (HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora