¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El sol golpeaba contra la ventana, anunciando que ya era momento de levantarse y empezar el día.
Una pelinegra intentaba despertar a su pareja, el cual se encontraba plácidamente dormido en el abultado pecho de la contraria y de ninguna forma dejaría aquel cómodo lugar para atender borrachos empedernidos.
Aunque de igual forma no es como que su esfuerzo sea el más grande porque ella también deseaba quedarse acostada en compañía de aquel enano pervertido.
—Meliodas, cariño, tengo ya 2 horas intentando despertarte, Hawk a de estar esperando por nosotros para abrir la taberna. —Aquella voz llena de cariño despertó por completo a Meliodas de su ensoñación.
—No seria mas sencillo quedarnos la mañana descansando? Trabajamos demasiado y merezco un descansito. —Y no era mentira ellos eran el único personal de aquella conocida taberna.
—Sería más sencillo, pero después no quiero escucharte quejándote porque no tenemos dinero. —La seriedad en el tono de voz de la mayor era palpable, alentando así al rubio a pararse para así iniciar su día.
—Creo que el día promete, mejor no desperdiciarlo. —
—Si, sí que promete. —Una visible sonrisa de burla se hizo presente en el rostro de Yasu, siendo totalmente ignorada por el enano.
Una mañana normal, como todas por el momento.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En una tarde de trabajo normal se encontraban la pareja, mientras que una se encargaba de cocinar el otro repartía las bebidas.
—Recién salido del horno, Meliodas llévalo a la mesa 3 por favor. —
—A sus ordenes capitana! —
—Sigues con eso? Han pasado 10 años ya cielo, deja esa época. —De igual forma aquella gran sonrisa no desaparecía de su rostro.
—Lo seguiré haciendo por 10 años mas si es necesario. —
