°~ PANSY PARKINSON~°
Estabas en el gran comedor con tu novia, Pansy, quien estaba alado tuyo, compartiendo risas con sus amigos y contigo.
Todo iba bien, hasta que a tu amiga, Astoria Greengass, dijo algo que no tubo de haber mencionado.
-__ ¿te acuerdas cuando Theodore te quiso besar en la fiesta de Gryffindor?
Ella al igual que a los demás integrantes de la mesa rieron, entre ellos, Theodore Nott, quien se te quedó viendo con un suave color carmin en los cachetes de su rostro.
_No creo que sea bueno que hablemos de eso ahora.
Dijo un Theodore avergonzado.
Tu solo estabas callada sin saber que decir o hacer. Por otro lado, sentías la mirada profunda de tu novia clavada en ti, tenía la respiración pesada y algo agitada.
Pansy hervía de los celos, el enojo era tanto que no lo pudo soportar más. Se levantó y se dirigió a los pasillos de Hogwarts. Decidiste seguirla, sabias que el comentario de Astoria no le avía gustado en lo absoluto, y tampoco el haberse enterado lo que apenas pasó hace dos días atrás, y que por no tener valor, decidiste ocultarselo.
_¡Pansy!
Gritarte pero te ignoro, siguiendo su camino hacia su habitación, pasando por los largos y oscuros pasillos del castillo.
_Pansy, porfavor.
Suplicante, pero fue en vano. No quería hablar contigo.
La seguiste hasta su habitación, ella quiso cerrar la puerta, pero se lo impediste poniendo tu mano y abriendola antes de que está pudiera cerrarse por completo.
_¿Qué quieres?
_Linda, no le hagas caso a Astoria, ella-
_¡¿Qué no le haga caso, __?! ¿Qué mierda?
_Linda, entiendo que estés enojada, pero te juro que no paso nada. El no me gusta, me gustas tú.
_¡Me importa un carajo! Debiste decírmelo.
_Lo sé y lo siento.
Se quedaron unos segundos en cilencio, cuando decidiste romper en hielo.
_Amor, yo-
Intentaste tocarla pero esta retrocedió.
_No me toques.
_Porfavor, te amo.
Pansy entro a su cuarto, pero dejo la puerta abierta y decidiste entrar, cerrando la puerta detrás tuyo.
Pansy se sentó en su cama, con la mirada fija al suelo. Sus manos se entrelasaban con las mantas que cubrían su cama y tenía el seño algo fruncido.
_Amor, sé que te lo tuve que decir.
_¿Y porqué no lo hiciste?
_Porque sabía que te pondrías así.
_¿Así cómo, __?
Te miró fijamente, se levantó y se dirigió hacia donde estabas.
_¿Cómo?
Dijo, escupiendo rabia en sus palabras.
_Pansy, cálmate.
_¿Cómo quieres que me calme? Ese imbecil te quiso besar ¿y me pides que me calme?
_Linda, no quiero pelear. No paso nada, lo rechase al instante, te lo prometo.
_Ese no es el puto problema. El problema es que no ne lo hayas dicho.