CAOS || RUBÉN DIAS
MI VISTA YA ESTABA CANSADA DE ESTAR pendiente delante la computadora durante esta última hora, creo que buscar una farmacia donde comprar una medicación que no es siquiera para mí me está haciendo mal. No me preocupo por mi bienestar pero si por los demás.
Suelto un suspiro pesado apoyando mi espalda en el respaldó de la silla, estaba exhausta y recién iban dos horas laborales. Me saco los anteojos que es uno de los causantes de mi cansancio de vista, los dejo descansar en el escritorio y masajeo mi cien, el dolor de cabeza ya era notorio.
Me rio por dentro para no llorar. Parezco una vieja de cincuenta años en un cuerpo de veinticuatro.
La puerta principal se abre tan bruscamente haciéndome asustar ante la brusquedad, suelto un suspiro pesado al reconocer de quien se trataba.
—¿Se puede saber porque entras tan así?.—lo reto al verlo entrar a mi lugar de trabajo, él cierra la puerta sonriente.
—Uh, ¿andamos de mal humor?.—comenta burlón acercándose para darme un beso en el cachete.—¿El gil de Licha te dejo de mal humor? Que yo sepa él deja a todas de buen humor.
Frunzo el entrecejo al escucharlo burlarse de mí, no estaba de humor para escucharlo y menos burlarse de mi.
—¿Lo probaste que sabes eso?.
Julián se asquea ganandose una risita mía, se sienta frente mío cuál escritorio nos divide. Se veía tan contesto aún con su vestimenta de entrenamiento, siquiera parece que Guardiola los mato durante el entreno.
—¿Ya terminó el entreno?.—cuestiono, cerrando la computadora dando toda mi atención en Julián quien me mira atentamente.
—Si Barbie, vine para que me pongas algún spray o algo porque me duele un poco el muslo.—comenta tocándose el lugar.
—¿Algún moretón o algo por el estilo? ¿fue en el entrenamiento?.—cuestiono preocupada.
Es que a Julián lo cuidaba como un bebé chiquito, trato de tenerlo al día para que en cada partido pueda estar al cien por ciento y no le moleste nada. Hasta lo reto que se cuide en los entrenamientos.
—No no Bar, es algo tranqui igual.—resta importancia, lo miro fijamente para saber si me esta mintiendo.—Enserio boluda, sino te digo mira si te voy a mentir a vos.
—Te ví temprano hoy, ¿paso algo?.—saco tema al recordar que lo ví llegar apenas amanecia, mientras me paro para buscar el spray en el mueble.
—¿Te sorprende que llegue temprano?.
—Si fueras Cristiano no me sorprendería, pero sos Julián.—me burlo ganandome una revoleada de lápiz por mi cabeza.
—Ya te dije Barbie, tenés que ser Messilovers.—me reta, niego riendo ante su dicho.—Tambien te podés unir a la Julilovers.
Estallo de risa al escuchar lo último, por favor que alguien le diga que ese fandom no existe al señor Álvarez.
—Perdon por desepsionarte pero eso último no existe.—me giro para mirarlo una vez el spray en mis manos, Julián me mira indignado.
