CAOS || RUBEN DÍAS
EL CLIMA EN MANCHESTER SE HABIA PASADO de rosca y enserio, los menos cero grados que está haciendo se siente demasiado. Pobre de mí que tengo que venir a trabajar con este frío, la pobreza me gana.
Un día como hoy merita unos mates, un chongo y una película, pero como no tengo un pibe lo dejamos para después.
Camino por los grandes pasillos del Etihad mientras varios murmullos desde el predio de entrenamiento se escuchan, al parecer el entrenamiento siguió en pie por más del clima.
Me detengo con mi café en mano mientras veo a varios de los jugadores entrenar, al parecer estaban haciendo un partido entre ellos.
Visualizo al Argentino entre medio de Phil y Pep, hablando entre si, al parecer el técnico les indicaba algo a ambos ya que ellos lo miraban atentamente.
—Hola Barbie.—la voz gruesa, combinada entre portugués con español invadió mis pensamientos.
Sonrío al ver al arquero llegar a mi lado poniéndose sus respectivos guantes, él sonríe de lado al verme y se acercar a darme un suave beso en el cachete. Estaba bastante abrigado, su buzo celeste lo hacía ver más grandote.
—Hola Ederson, ¿Todo bien?.—su perfume varonil invadió mis fosas nasales, estos pibes no dejan de oler rico ni cuando entrenan.
—Si, hoy el clima está feo pero tuve que venir igual.—se encoje de hombros, mi vista va hacia el arco para ver quien estaba reemplazando al brasileño y efectivamente era el suplente.—¿Vas a la fiesta, Barbie?.
De un tema pasamos a otro.
Frunzo el entrecejo al escuchar lo último, no había hablado de ese tema más que con Johnny, quien se le escapó lo de esa fiesta al decírmelo. Al parecer Ederson tampoco sabía que sería una sorpresa que al pedo se lo dijeron a Stones, ya que es el segundo en divulgar las cosas.
El primero es Grealish.
—No creo, nadie me habló de esa fiesta.—mi vista va hacia su cuello para visualizar varios de sus tatuajes que no niego que me fascina.
—Mientras vayas conmigo no hace falta invitación.—ahora su portugués combinado con el inglés me enamoró.
Deja de hablarme así Ederson que me tiró arriba tuyo y no me importa los demás entrenando.
Sonrío nerviosa llevando mi mano a la nuca, creo que me enamoro facil de ese acento que tan bien le queda. Ederson sonríe echinando aquellos ojos claritos al darse cuenta de mi nerviosismo, aquellos oyuelos en sus cachetes lo hacen ver tan sexi, combinado con aquellos labios grueso que me hacen pensar perversidades.
Tengo que dejar ser tan perversa al verlo a Ederson pero es que es inevitable.
—Bueno si, creería que Julián también irá. Digo para no sentirme tan sola.—que boluda, porque meto a la araña en esto.
Cómo si fuera que nunca la puse.
—Si, seguro.
—!Ederson!.—la voz gruesa del pelado de Guardiola nos interrumpió, ambos dirigimos nuestra vista hacia él.
Veo a Julián haciéndome montoncitos con la mano al verme tan cerca del brasileño.
No viene hacia mi porque esta en pleno entrenamiento sino ya estaría viniendo y cuestionando que hago hablando con Ederson.
Espero que cuando me lo esté cogiendo a Ederson no estés metido ahí, Julián.
—Anda antes que te rajen.
—Mas tarde voy para tu oficina.—me avisa, yéndose hacia el campo de entrenamiento.
Dios, que buen hombre y que tan cerca lo tengo.
