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CAOS || RUBÉN DIAS

ME ARREMANGO LAS MANGAS DE MI bata blanca y le indico al jugador que me espere en la camilla, tenía que buscar el respectivo gel para su dolor de espalda.

No me salve de los chicos que ya viene otro para curar.

—¿Es un dolor que sientes hace mucho? ¿fue en este entrenamiento o ya venías con esto?.—empiezo a cuestionar, buscando el gel en la estantería.

—Del entrenamiento de ayer, hice gimnasio también y el dormir mal fue lo peor.—lo escucho decir, pero no entendía el porque el dolor de espalda.

Una de mis cualidades en mi trabajo es cuestionar, desde el momento antes del dolor o accidente. Mi labor es prevenir y yo siempre trato de hacerlo bien, creo que hasta mis amigos están arto de mi.

Tomo el pote de gel para dolores para después ponerme los guantes y comenzar mi trabajo. Miro al defensor del City quien me analiza cada movimiento que doy y tomo del lugar, trago grueso al sentirme tan intimidante.

—Te sacas la remera, por favor.—le pido, claramente ese era el primer paso.

Rubén Dias asiente rápidamente para en un ágil movimiento sacarse la remera junto a la termica que tenía abajo, trago doblemente grueso al verlo sacarse la remera pero era como si fuera camara lenta y no se podía negar que se sentía bien.
Mi respiración se detuvo por segundos al ver su torso desnudo, tenía unos abdominales claramente bien marcados, hombros anchos y brazos muy bien trabajados.

—Te das la vuelta.—vuelvo a pedir sintiendo mis mejillas arder.

Nose si era por la calefacción del lugar u algo.

Rubén se gira para darme un plano completo de su espalda y maldigo el momento en que Francisco me lo mandó para acá para poder ponerle algo en su espalda por el dolor.

Su espalda es ancha, sus hombros se le marcan muy bien y puedo jurar que ni Jack o Julián tienen este cuerpo, mas allá que Rubén mide uno noventa.

—Voy a pasar el gel sabes, si sentis algo frio es eso.—le aviso al acercarme a él una vez el producto sobre mi mano.

Apoyo mi mano en su hombro para mantener su espalda quieta y empezar a masajear con el mismo gel la espalda del jugador. Desde hombros hasta la espalda baja, se sentía raro pero no entendía el porque si siempre hice esto aunque siendo la primera vez atendiendo al portugués ya que es el que menos frecuencia o frecuenció en mi oficina.

Mi mano izquierda apoyada en su hombro mientras mi otra mano masajeaba suavemente su espalda ancha, se siente suave y es como si fuera que mi mano nunca termina por su espalda al ser tan grande. No basta decir que un poco más tengo que hacer puntita de pie para poder llegar bien a cubrir todo, con mi metro sesenta era inevitable.

Termino de pasar el gel por su espalda y con una servilleta le saco el exceso, claramente le tendría que recetar algun antibiótico o crema para la zona pero primero tenía que saber si Francisco ya le recetó algo.

—¿Francisco te dió algo o te mando directo?.—cuestiono, al sacarme los guantes.

Rubén se da vuelta para mirarme pero mi vista me gana y va hacia su abdomen trabajado.

Creo que en estos momentos hasta siento fiebre.

—Me mando directo para calmar el dolor ya que no tenía mucho tiempo él.—comienza a hablar, siento su mirada penetrante sobre mí y puedo jurar que me vió mirando su cuerpo.—¿Puedo ponerme la remera ya?.

𝐂𝐀𝐎𝐒 || 𝐑𝐔𝐁𝐄𝐍 𝐃𝐈𝐀𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora