Samanta Ovidio es un amor, que hermosas flores, soy afortunada, pero haay ya ni quiero pensar, si me case con el es por que acepte todo, y si ese hijo es de el, también tengo que aceptarlo aunque en el fondo de mi corazón duela.
—Hola amor ya llegue. Voy en friega a abrazar a mi hermosa esposa. —Le gustaron las flores mi reina?.
—Gracias amor están muy bonitas, me encantaron.
—No la noto muy convencida. Que pasa?
—No es nada amor, de verdad. Trajiste el sushi??
—Si ven vamos a comer que traigo un chingo de hambre, pero antes de eso, deme un beso, que lane extrañado un chingo toda la tarde. Venga que traje varios tipos de rollos.
—Amor vas a invitar a los muchachos a cenar?
—Mmm ellos ya traen el suyo, esto los traje para nosotros la verdad que se me arrojaron todos estos por eso los compre traigo un antojo.
—Si me imagino..
—Haber amor que es lo que pasa, que sucede? Dígame en caliente lo resuelvo. Alguien te a dicho algo, o estas preocupada por algo por favor hagamelo saber, aquí estoy yo para cuidarla y protegerla.
—No amor ya vamos a comer, no pasa nada. De verdad.
Pasamos al comedor.
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Estábamos comiendo y platicando, de verdad que Ovidio comía demás, pero el siempre a sido así, desde que lo conozco a comido, mucho solo ahora un poco más.
—Amor ya no vas a comer?.
—No, creo que ya es suficiente, en realidad no tengo mucho apetito. Oye amor vas a ir a tu oficina después de que termines de cenar? Quisiera retirarme, ir a darme un baño.
—No amor, si quieres puedes irte bañando, ahorita te alcanzo.
—Ok provechito. Subí a la recamara, directo a la regadera, por que me siento así, por que ando tan sentimental, tengo que superarlo, tengo que cambiar mi actutud tengo que poder, después de un rato de meditar bajo la regadera, salgo me pongo mo pijama, Ovidio aún no sube, mi celular empieza a sonar de mensajes y es Gris, me dio gusto leerla, quiero verla, me comenta que a partir de mañana comenzaremos a hacer las pruebas de la pastelería. Y que vea coml va quedando por si hay algunos cambios los realice, ya que soy la dueña. Me acuesto sobre la cama y prendo el televisor, ovidio llega y se mete a bañar y empieza hacer su rutina nocturna. Se mete a la cama junto conmigo y me abraza, me acurrucó con el.
—Que tiene mi reina, no crea que no e estado notando que algo tiene, aunque mendiga que no pasa nada, se que si pasa algo y no me quiere decir. Aparte de ser su esposo, soy su amigo, su confidente, usted sabe que por usted hago lo que sea, que si el mundo es redondo, lo mando hacer cuadrado.
—Hay Ovidio no digas cosas. No tengo nada de verdad, no se porbque razón estoy así, como rara, un poco triste pero no se por que, solo Abrázame amor, Abrázame fuerte. Te amooo tanto.
