Amistad sin límites

Capítulo dos "Lucy"

Reímos juntos un rato y jugamos como solíamos hacerlo aquí en el aula de música mientras todos están en su receso. Ya tenía ganas de esto, nunca me imagine que le dolería tanto estar distanciado de mí. Por lo menos ahora estoy segura de que en verdad me quiere, que de verdad me valora y me necesita. No debí haber hecho esto, lo lastimé.
-Oye, fue muy lindo lo que le dijiste a Fran, mientras estaban sentados en nuestro árbol-. Le digo tranquilamente mientras nos sentamos después de una pelea de juego. Ahora lo llamamos "Nuestro árbol", por que es dónde nuestra hermandad empezó.
-¿Cómo es que sabes eso?- responde él mientras me abraza y chocamos cabezas.
-Una mujer se entera de todo- respondo entre risas seguido de el.
-¿Quieres hablar de esto?¿Puedes sacarme de dudas?-pregunta Anthrax.
-Está bien, supongo que lo mereces. ¿Qué es lo que deseas saber?-me irrito después de hacer esto, me siento mal por haberle hecho esto. Ahora es un asunto importante que no puede dejarse al olvido, y ya estoy harta de eso. De todos mis malditos errores, que siempre terminan haciendo de mi vida un martirio. Que terminan por clavarme miles de gramos de dolor y sufrimiento. No más, ya no más.
-Todo. Yo te pedí disculpas. Ahora es tu turno, cuéntame todo.
-Quería saber cuánto me quieres, y si en verdad lo haces, me cansé de siempre terminar lastimada y de ser usada. Temo que me dejes en el abandono, tu eres mi todo. No tenía duda alguna de que tú eres diferente, pero tengo miedo. No te imaginas como me siento cada que lo veo. Cada que los veo-.Me estremezco y suelto unas lágrimas. Él me abraza mas fuerte y me acaricia la espalda, en seña de consuelo.
-Te entiendo, tranquila que ahora me tienes a mí y puedes estar segura de que siempre lo estaré.
-¿Recuerdas como comenzó nuestra historia? ¿Desde cuando somos hermanos?-pregunto aún triste.
-Ese día, supe lo que te ocurría, era lo mismo que a mí. Llevábamos tiempo siendo cercanos y, cada minuto que pasaba más lo éramos. Cada acción que ellos cometían, cada suspiro que emitías, cada vez te quería más y no podía dejar que te lastimaran ya. Así que juntos decidimos estar como ahora estamos. Trepamos el árbol y nos saltamos las dos últimas clases, nos quedamos observando desde lo alto lo bellas que son las montañas que hay más allá. Cuando nos atraparon ya era tarde por que ya se había terminado la escuela, entonces nos dieron un sermón muy aburrido que duró media hora. Luego dijiste que había que celebrarlo después. Te invité a cenar y te pusiste un vestido muy bonito y elegante, y yo me puse mi traje especial. Entonces ese fue un día inolvidable que jamás, jamás jamás vamos a enterrar. Siempre va a estar aquí afuera con nosotros, flotando en el aire. Con los "Hermanos estúpidos".

-Después de algo malo, siempre hay algo bueno. Tu fuiste mi algo bueno, gracias- le digo después de escuchar la historia tan conmovedora.
-Tu eres lo mío.

-Vamos a comer algo ¿quieres?- le pregunto.
-Claro, me estoy muriendo de hambre.
Cuando salimos del cuarto de música se escucha que alguien va caminando por el pasillo. Cuando volteo a ver quien es, mi corazón casi se detiene, se hace pedacitos y se torna color negro. Zack, nos dirige una mirada indescifrable y comienza a conversar con James que va a su lado. Anthrax se pone rudo y me toma de la cintura para caminar a su lado. Apenas si puedo hacerlo, no puedo dejar de verlo, y el tampoco deja de hacerlo aunque si pueda. Le encanta lastimarme, no le bastó hacerme sufrir tanto tiempo. Fue cruel, pero yo fui la culpable de todo. Ojalá algún día me puedan perdonar, tal vez ese día yo también lo haga, y me perdone.
Gracias a dios que tengo a Anthrax, me hace bien cada que el corazón se me desarma.
Ojalá mi vida no fuera de puro dolor, la felicidad es temporal, si estoy feliz tengo que aprovecharlo, y con mi hermano An eso a veces se alarga.