Capitulo 03

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No podía olvidarse de esos ojos verdes, ya había pasado un mes, UN MES ENTERO, el reproche de su amigo Emmanuel todavía le suena en sus oídos y vuelve a hacer que le duela la cabeza. Hasta a veces le mandaba algún WhatsApp haciéndole acordar lo mal que se había portado pero también lo bueno que estaba el pibe, era Emma, no podía esperar menos.

La vida había seguido normal, su relación estaba completamente bien, obvio que si, pero cada vez que se metía a bañar como en este momento y cerraba los ojos esa mirada aparecía y los abría rápidamente.

Siguió enjabonándose el cuerpo mientras escuchaba un poco de música para descansar del largo día de trabajo que había tenido, no era fácil tener gimnasios a su cargo. Además tenía que apurarse si quería llegar a llevarle los papeles que Lisandro se había olvidado a la mañana arriba de la mesa, claramente no era la única con la cabeza en cualquier lado.

Se rio por lo desastrosos que estaban siendo últimamente, y prosiguió con el baño para salir rápidamente al lugar.



Lisandro no paraba de dar vuelta por toda la oficina, después de un mes, Bautista, se había dignado en aparecer, no sabe de que se sorprendía si era algo predecible, le encantaba hacer esperar a la gente y creerse dios cuando lo necesitaban.

— Boludo, ¿te podes calmar? — Preguntó Martín — va a pasar esa puerta y le vas a saltar a la yugular, cálmate un poco.

— Ganas no me faltan, me vendría bien ahorcarlo  un poco contra la pared.

Nicolás levantó las cejas — ¿Seguimos hablando de pelear verdad?

Martín largo una carcajada pero cuando vio la cara de Lisandro se calmó — Tranquilo amigo, no va a pasar nada grave, viene firma y se va.

En ese instante la secretaria golpea la puerta levemente y asoma su cabeza después de abrir un poco la misma.

— Llegó, ¿lo hago pasar?

Los tres asintieron con la cabeza y minutos después Bautista entró a la habitación. Vestido con una camisa con dos botones abiertos y un jean común, no iba a cambiar nunca, vestirse formal no era una opción.

— Muchachos, que alegría tan grande — soltó abriendo sus brazos.

Lisandro tuvo que calmarse en su lugar, mientras levantaba su mirada al techo.

Después de una charla amable entre todos llegaron a distintos acuerdos, Lisandro no paraba de mirar el celular esperando el mensaje de Juliana que le confirme que estaba afuera con los papeles, pero nunca llegó.

—No te hagas drama Lisandro — Soltó Bautista — no son tan necesarios los papeles ahora, podes mandarlos en la semana o puedo pasar a buscarlos, confío en ustedes y voy a firmar el contrato igual, me interesa este proyecto, y el volver a estar cerca de ustedes — sonrió sarcásticamente.

Esa sonrisa que tanto conocía y tanto odiaba, la sonrisa de lado, altanera, la misma que había dejado sorprendida a alguien sin que el siquiera lo tuviera en su radar.

Unos minutos más tarde bautista salió.



Juliana había bajado del auto que dejó estacionado a cinco cuadras de las oficinas, ya que no había encontrado estacionamiento por ningún lado y corrió con los papeles en la mano, nunca pensó que se le iba a hacer tan tarde por culpa de hacerse la que estaba en un concierto de techno en el medio de la ducha, Lisandro iba a matarla. Tenía quince llamadas perdidas y no quería ni saber la cantidad de mensajes, de solo pensarlo quería llorar, a la mañana le había recordado que eran papeles muy importantes y que por favor no se cuelgue, ¿Y que hizo? Se colgó.

𝙄𝙉𝘾𝙊𝙍𝙍𝙀𝘾𝙏 - 𝙁𝙐𝙍𝙄𝘾𝙃𝘼/𝙁𝙐𝙍𝙄𝙎𝙏𝘼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora