𝙄𝙉𝘾𝙊𝙍𝙍𝙀𝘾𝙏 - 𝙁𝙐𝙍𝙄𝘾𝙃𝘼/𝙁𝙐𝙍𝙄𝙎𝙏𝘼

Capitulo 09

VUELVO AVISAR EL CAP SE VIENE FUERTE 🔥❤️‍🔥💋 LES DOY DE COMER A TODAS CON ESTO 😂

A Lisandro le dolió en el alma esa última frase pero no iba a caer en lo Bautista quería que caiga. No iba a golpearlo, no iba a gritar, simplemente iba a disfrutar del momento. Algún día iba a poder pegarle la piña que se merecía, pero este no era el día.

Cuando salió de la habitación se encontró a Bautista parado en la entrada del living, se dirigió rápido hacia el pensando que Juliana podía estar en algún tipo de problema pero quedó tieso de la misma forma que Bautista, Juliana no estaba en problemas, claro que no, esta última estaba mirándolos sentada en el medio del sillón con un babydoll rojo puesto. Lisandro no sabía en que momento había comprado eso y no tenía explicación alguna de porque las medias bucaneras haciendo juego le quedaban tan sexys, otra vez esas clavículas marcadas, podía morirse en segundos si la seguía viendo.

Bautista parpadeó por primera vez desde que había salido de esa habitación, nunca imagino lo que iba a ver cuando llegó a la entrada del living, Juliana era una mismísima obra de arte, no entendía de donde habían sacado semejante belleza de mujer, el rojo había sido creado para la blancura de su piel, sino no le encontraba explicación a que le resalte tanto los ojos, pasó su mirada por todo su cuerpo y cuando llegó a esas medias que tanto le encantaban la presencia del otro hombre llego.

— ¿Aburrida la charla? — preguntó Juliana viendo cómo los dos asentían al mismo tiempo — lo imagine, la verdad que me aburrí un poco esperándolos así que me vestí un poquito — se miro a sí misma — bueno, me desvestí un poquito.

Los dos hombres sonrieron ninguno podia negar lo hipnotizado que estaban con esa muchacha enfrente, querían avanzar pero no sabían que hacer, simplemente los intimidaba el intentar algo que no le guste a Juliana.

Esta última captó la timidez de los dos y se paró del sillón. Se acercó hacia ellos y tomó una mano de cada uno para que la siguieran hacia la habitación que había preparado para ellos.

Bautista miro su mano y sonrió cuando vio el color fucsia en las uñas de Juliana, le recordaron al primer día que la tuvo enfrente. Siguió sin dudar el camino como el contrario que estaba a su lado, miro a Lisandro y vio que iba igual que el, embobado por esa mujer, pero con mucha más cancha en la escena.

La habitación era grande, y tenía la luz tenue para que no molestara a los ojos. Juliana los dejó sentarse en la cama y se paró al frente de ellos.

— Se que deje que hagas todo un show para que sientas que tenias el poder — Miro a Lisandro y este le devolvió la mirada confundido— pero no quiero nada de lo que propusiste como reglas en esa habitación — bautista sentía que eso era música para sus oídos — quiero que fluyamos, los tres, por favor — Lisandro asintió, le importaba bastante poco Bautista en este momento cuando su mujer estaba así vestida frente suyo.

Lisandro se paró y se posicionó detrás, se acercó directo en cuello de Juliana quien sonrió y lo recibió sin duda alguna girando un poco la cabeza mientras miraba fijo a Bautista que observaba la escena, Lisandro comenzó a dar besos húmedos en la zona mientras con sus manos tomaba la cintura de la contraria.

Bautista estaba maravillado con lo que veía, la intimidad y el amor de esa pareja sobrepasaba sus pensamientos oscuros. No sentía celos, el nunca lo hacía, tal vez estaban despertando un poco ahora pero solo quería disfrutar esta escena, Lisandro recorría el cuello de Juliana con tanta devoción que solamente quedaba disfrutar lo que se veía. Dejo que se explayen un poco más, no quería meterse por ahora.

Lisandro dio vuelta a Juliana y la tuvo de frente, acarició con su mano la mejilla de la contraria y la atrajo hacia su boca, el beso empezó lento la situación se daba para eso, él pensó que iba a ser diferente ¿tal vez un sexo más casual? Pero se había equivocado, esto era íntimo y la presencia de Bautista en este momento no le molestaba en lo absoluto. Juliana llamó su atención de nuevo con una pequeña mordedura de labio, irse por las ramas con sus pensamientos había afectado al ritmo del beso, así que abrió la boca buscando el labio inferior de su mujer.