"Tu voluntad es suficiente para tomar una decisión"
Llevaba alrededor de 15 minutos dandole vueltas con el tenedor a la ensalada frente a ella. Tampoco había sorbido su refresco de manzana, el cual podía jurar ahora tenía un sabor extraño debido al hielo derretido.
Hace una hora que habían salido del consultorio. Neri propuso comer sushi, sin embargo se retractó después de leer en uno de los folletos que los alimentos crudos como los pescados pueden contener una bacteria anisakis. Al final le propuso ir a Mc Donald's.
En otro momento eso habría sido algo poco relevante, si no estuviera invadido de niños corriendo de un lado a otro y por supuesto, si no se hubieran sentado cerca del área de juegos.
— Isa, anda come algo — anima Neri quien tampoco tiene mucha hambre pues lleva sus papas fritas a la boca con desgano.
— No tengo mucha hambre — aleja el plato de ella y se cruza de brazos.
No vuelven a decir nada. Simplemente están ahí sentadas tratando de ignorar el ruido a su alrededor. El día continua con el sol calentando la acera y en consecuencia quemando las suelas delgadas de sus zapatillas. La gente camina de un lado a otro, algunos van en bicicleta, otros de la mano. Unos cuantos corren mientras que otros ni siquiera se detienen a observar a su alrededor.
Todos tienen algo que hacer, algo que planear. Decisiones que tomar.
— ¿Qué debo hacer?
— No lo sé — su amiga toma su mano por encima de la mesa — ¿Has pensado en las opciones?
— No hay mucho que pensar, lo tengo o no lo tengo.
— No Isa, no es así — cierra sus ojos algo incomoda por no saber qué palabras escoger — ¿Tú, quieres ser madre?
— Pues...no.
— ¿Entonces?
Isabel no quería ser madre, eso lo tenía claro. En ese momento pasaban tantas cosas a su alrededor que no se sentía capaz de poder serlo. Para empezar ni siquiera era lo que ella buscaba en un inicio. Pero estaba esa espina en su dedo, que en momentos se encajaba en lo más profundo de su piel.
— Tal vez, debería intentarlo...
Neri hizo muecas extrañas, no sabiendo por dónde comenzar. Por primera vez no quería analizar lo que sus oídos reproducían para ella. "¿Intentarlo? ¿¡INTENTARLO!?"
— Pe-pero .... ¡Isabel! — exclamó golpeando una de sus manos contra la mesa — Hablamos de un bebé...un ser humano...
— Lo sé.
— Y va a crecer, y tendrá que estudiar....tendrás qué comprar ropa, comida, libros, juguetes....¡la universidad!
— Lo sé.
— No es una mascota ni un juguete Reborn.
Isabel desvío su mirada a los niños junto a ella. Altos, pequeños, robustos o muy delgados, con pecas y lunares, con dientes chuecos y chocolate embarrado; Gritando demasiado, riendo por juegos tontos, llorando por no poder escalar, simplemente niños.
— Lo sé.
— ¡Di otra cosa!
— Lo entiendo.
— ¡Isabel!.
Los niños subían por toboganes, se deslizaban por atajos y saltaban en brincolines.
— ¿Esto es por tus padres? ¿Por su religión y todo eso?
— No no — regresó su mirada a su amiga — No me he parado en una iglesia desde hace años, sería muy hipócrita usar esa excusa.
— Isa te quiero mucho pero, ser madre no es una moneda que puedas lanzar a la suerte y ya.
ESTÁS LEYENDO
Julieta
Novela JuvenilIsabel tiene 26 años casi 27. Santiago tiene 26 años exactos. Ambos tienen vidas completamente diferentes, tanto así que lo único que tienen en común es el gusto por el café y una noche de alcohol que los llevará a cuestionarse el rumbo de sus vida...