Diez y cincuenta y tres de la mañana, un nuevo día empezaba, se veía hermoso, para pedirle a Gala que sea mi pareja, ya estaba preparado. Anoche había pensado en las palabras que iba a decir. Apenas despertar le envíe un mensaje a Gala que si podía verla en su casa o algún parque cercano, ella al instante respondió que si, que estaba en su casa
Primero me di una ducha con agua tibia, mientras que en mi cabeza pasaban miles y miles de escenarios, en donde todos salían perfectos y ella decía que si, espero que mi mente esté en lo correcto
Al salir, dure un buen rato buscando ropa, probándome una y otro, y así decenas de veces. Al final elegí unos jeans azules y una camisa roja, termine con mi cabello y ya estaba listo. No acorde la hora con Gala, pero siempre nos vemos de tres a cuatro, aunque creo que me arregle muy temprano, apenas son las dos y media
Aunque seguro que apenas está comenzando. Ella suele despertarse tarde, yo también, pero hoy algo paso que me levante temprano. Aproveche el tiempo para comer y practicar en el espejo mis palabras
—¡No pensé que este día llegaría! — Roz hablaba emocionada, ya le había contado mi plan
—¿Te imaginas que me rechaza? —
—¡Claro que no! Desde lejos se nota que están enamorados. Y me sorprende que te hayas tardado mucho — Roz respondió
—Es que, no quería apresurar las cosas. De verdad quiero una relación seria con Gala, además que me inquietaba la idea de que seré su primer novio. Todavía no lo proceso — Roz me miro asombrada, ella no lo sabía
—¿Es enserio? — preguntó — Es una chica muy linda, eso me sorprende —.
—Bueno... También Gala no es tan extrovertida, pero aún así, la quiero, demasiado
(...)
Ya eran las tres de la tarde, a esa hora decidí salir. La primera parada fue una florería, compré un ramo de girasoles. En el auto me quede un rato afuera de casa de Gala para acomodar la carta en las flores, y que se vieran lindas
Me baje del auto, con todo el nerviosismo del mundo en mi. Toque el timbre y ella me recibió, mirándome a los ojos con una sonrisa y sus hermosos ojos azules
—Hola — salude abrazándola —Mira, es para ti — entregue el ramo
—¿Girasoles? ¡Que lindos! Muchas gracias — Miraba las flores con esa admiración en sus ojitos, hacia eso con todo en el mundo
Después fuimos a su cuarto, ella se sentó en su tocador y rápidamente guardó algo, no me dio tiempo a ver que era, pero al parecer era base de maquillaje. No le tome importancia, ahora solo éramos yo, mi propuesta y ella.
—Yo... tengo algo que decirte — murmuré algo nervioso
—Yo también — respondió, su mirada había cambiado —Pero, empieza tu primero —.
—Bien. Toma otra vez tus flores y míralas bien otra vez — Ella obedeció y las miro detenidamente, hasta que vio la carta —Léela —.
Ella empezó a leer. No era muy larga, quedó un espacio en blanco donde trate de dibujar girasoles, aunque no me salieron tan bien, pero lo intenté. Cuando ella termino de leer, note que sus ojos empezaron a tomar un color rojizo y empezaban poco a poco a cristalizarse
Tome su cara entre mis manos, la mire unos segundos y volvimos a juntarnos en un beso. Fue EL beso, el sabor a cereza que me brindaban sus labios, y la manera en que ella lo hacía, era lo mejor, se sentía como en el cielo.
—Gracias — ella murmuró, separándonos
Nos volvimos a unir en un abrazo, yo lo hacía por la cintura y ella por el cuello. Ojalá quedarnos así, para siempre
—¿Puedo... ser tu novio? — susurre en su oído
Ella se separó, mirándome, tapando su boca con sus manos, se me escapó una pequeña risa. Me había esperado de todo, menos eso. Me volvió a mirar, apartó las manos de su cara y asintió. Sentí que mi alma regresaba a mi cuerpo, por un momento pensé que me rechazaba y que me sacaba de su casa
La volví a besar, ese fue nuestro primer beso, de novios
—Ahora ¿Que ibas a decir? — pregunté
Ella tomo una bolsa que siempre llevaba con ella, y sacó un papel blanco, pensé que era una carta, pero cuando la vi bien, no lo era
La abrí, y era un diagnóstico médico. Pero, ¿Por qué? Si ella misma me había dicho que no tenía nada y que estaba sana
Mientras que más leía, más rápido se asomaban las lágrimas en mis ojos. "Leucemia mieloide aguda" Era un tipo de cancer, hematológico y de la médula ósea, también decía que avanzaba rápidamente. Eso tenía que ser desde el día que fue a la consulta, ¿Por qué no le dijo nada?
—¿De cuando es esto? — pregunté
Ella no pudo verme a los ojos, miraba al piso y sus lágrimas caían a este. Saque mi teléfono para investigar más, tenía que haber solución, quimioterapias o algo que la cure de esa terrible enfermedad
—¡Dice que las personas jóvenes pueden vivir más! Tu eres joven, princesa. — Tome su cara de las mejillas, para mirar su cara
—No me he tratado. Y ya sería fatal, han pasado semanas... — Busqué otra fuente de información, y lo que ella decía era verdad
—Esto no puede ser posible
—No puede ser, pero lo es.
—¿Iras a los tratamientos, verdad? — Me giré a verla, derramando lágrimas — Gala...
—Si... — ella respondió, abrazándome
—Quiero que sepas que te amo, esa enfermedad no nos va a separar —.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.