Amor a la distancia

#6 "Sombras del destino"

Gabriel se encuentra perdido en un torbellino de sentimientos tras la inesperada ruptura con Esther. Incapaz de aceptar el giro inesperado que ha tomado su vida, decide huir de la monotonía y enfrentarse a sus propios demonios.

Una mañana gris y fría, Gabriel se escabulle sigilosamente de la escuela, con el corazón latiéndole con fuerza en el pecho. Con determinación en los ojos, se dirige a la casa de Esther, con su mente inundada por recuerdos y preguntas sin respuesta.
Merodea en silencio alrededor de la casa, esperando pacientemente a que toda la familia de Esther se marche, dejándola vulnerable y sola.

Cuando finalmente llega el momento, Gabriel se acerca a la ventana, buscando desesperadamente una conexión con quien una vez fue su amor. Sin embargo, su intento es interrumpido por Joshua, el hermano de Esther, quien lo sorprende en plena acción y reacciona con furia ante la presencia de Gabriel. La tensión se eleva, creando grietas en un mundo ya fracturado.

Mientras tanto, Andrea,se entera del encuentro gracias a Joshua y corre en busca de Esther para regañarla. Para sorpresa de todos, Esther no tenía conocimiento de la visita de Gabriel, sumergiéndolos en un mar de desconcierto y misterio. La situación se complica aún más cuando
Esther revisa su teléfono y ve un mensaje inesperado.
Era el tío de Gabriel, estaba preguntando por él, específicamente si se encontraba en su casa. Intrigada por la situación, Esther se asomó por la ventana y notó un carro sospechoso estacionado frente a su hogar. Con el corazón acelerado, observó cómo la puerta del vehículo se abría y se cerraba misteriosamente, antes de arrancar en dirección a la casa de Andrea.

Una vez en casa de Andrea , un nuevo giro impactante tuvo lugar. La puerta del carro se abrió con cierta violencia, revelando a una mujer enfurecida que salió precipitadamente.
Era la madre de Gabriel, quien reprochaba a su hijo por haberse escapado de la escuela. Entre gritos y golpes, la mujer recriminaba a Gabriel su ausencia en las aulas, propinándole una severa reprimenda física.
Luego de ese acontecimiento, la madre entra al auto y se lleva a Gabriel con ella.

Esther, abrumada por la intensidad de los acontecimientos, se ve obligada a confrontar sus propios sentimientos y lidiar con la incertidumbre que rodea su relación con Gabriel. Mientras tanto, Gabriel se sumerge en un mar de introspección y dolor, tratando de encontrar respuestas en un mundo que parece desmoronarse a su alrededor.

Finalmente, en medio de las sombras del destino, Esther y Gabriel se separan por completo, cada uno siguiendo su propio camino en un universo donde el amor y la pérdida se entrelazan en una danza impredecible. Ambos saben que el futuro es incierto, pero en esa incertidumbre encuentran la fuerza para seguir adelante, aprendiendo a sanar y a crecer, aunque sea separados.