#2. "Un nuevo camino"

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Una noche , en medio de la penumbra, los pensamientos de Esther danzaban alrededor de un nombre: Gabriel. Su mente estaba cautiva, atrapada en las esquinas de su corazón donde él residía.
Un sentimiento novedoso, puramente genuino, la había embargado. Esther se había enamorado, sin dudas ni titubeos.

Noches tras noches, la figura de Gabriel se dibujaba en la oscuridad de sus pensamientos. La incertidumbre y el anhelo se entrelazaban con cada latido de su corazón.

Tiempo después, Esther se encontraba junto a Andrea en una tarde tranquila, inmersas en el desafío de aprender el idioma de su nueva localidad. El intercambio de palabras en un idioma desconocido le otorgaba una chispa de diversión a sus sesiones de estudio. Fue en uno de estos momentos que le confesó a Andrea sus sentimientos por Gabriel, desatando un torbellino de emociones compartidas entre ellas.

Un martes por la tarde, decidida a dar un paso hacia adelante, Esther pidió la ayuda de Andrea para revelarle a Gabriel sus sentimientos.

—ayúdame con el por favor— dice Esther

—no, nos meteremos en problemas— le responde Andrea

Esther decide ir por ella misma pero las dudas y el temor se entrelazaban mientras caminaba hacia él.De pronta da media vuelta y dice

—A que tú no te atreves a ir hacia el y decirle lo que siento—

Andrea, desafiante, tomó las riendas y consiguió su número de teléfono, en un acto valiente y lleno de complicidad.

Al recibir un mensaje de Gabriel aquella noche, Esther sintió una mezcla de nervios y emoción. La comunicación inicial fue indirecta, a través de Andrea, pero la semilla del interés mutuo ya estaba sembrada. Al día siguiente, finalmente se dio ese esperado contacto directo entre Esther y Gabriel.

Las palabras fluyeron entre ellos, revelando la simetría de sus sentimientos. La incertidumbre se disipó cuando descubrieron que el cariño era mutuo. La sorpresa de sentirse correspondida fue abrumadora para Esther, quien lamentó no haber dado ese paso inicial por miedo al rechazo.

A partir de ese momento, Gabriel y Esther comenzaron una hermosa amistad que floreció con el tiempo.
Semanas de conversaciones sinceras y risas compartidas les llevaron a un entendimiento mutuo y una conexión cada vez más profunda.
Y así, entre mensajes de texto, risas cómplices y complicidades, una historia de amor empezó a escribirse.

Meses después, aquellos sentimientos iniciales se habían transformado en algo más sólido y duradero.
Gabriel y Esther se encontraban en el umbral de una nueva etapa, llena de promesas y posibilidades.
Lo que comenzó como un simple pensamiento en una noche solitaria se había convertido en un vínculo especial que los uniría en una travesía emocionante y llena de aventuras por descubrir juntos.

Así, entre susurros de corazones que laten al unísono, Esther y Gabriel se adentraron en un mundo de emociones intensas y promesas de un futuro lleno de amor y complicidad...

Amor a la distancia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora