Capítulo VIII

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POV KARA


Cuando despertamos en el arroyo, una tormenta se está iniciando y corremos hacia la cabaña, cerrándonos dentro justo antes de que llueva. Y durante dos días después de eso, soy más feliz de lo que he sido en mi vida. Lena trabaja en su libro, escribiendo, sonidos vienen de su oficina. Cuando no está en su oficina, me sigue a todas partes. Observando, tomando notas en su cuaderno.

Pongo música y bailo para ella. Cocino. Tomo una biografía de su estante y la leo en la ventana, revisando las palabras mientras el agua golpea suavemente el panel. Y ella se sienta allí, mirándome de esa manera tan intensa, con su bolígrafo rascando el papel. A veces susurra las notas mientras las toma, pero finjo no escuchar. Parecen privadas.

Se rasca la rodilla.

Murmura al autor.

No puede ponerse cómoda en su asiento.

Treinta y uno respiraciones en un minuto.

Hace una hora que no estoy dentro de su coño.

Dos horas.

Empiezo a pensar que Lena está obsesionada conmigo y me enseña sobre la oscuridad recién descubierta dentro de mí... y me encanta. Me encanta su obsesión. Cuando me mira con locura asechando en sus ojos, mi cuerpo florece como una rosa. Apenas puedo respirar. Tenemos sexo como bestias hambrientas todo el tiempo. Me arroja boca abajo sobre la mesa de la cocina o irrumpe en la ducha, empalándome contra los azulejos y gruñendo entrecortadamente en mi cuello, llevándome en una vorágine de mordiscos, rasguños y palabras sucias.

Hacer el amor es una convulsión tan emocional que cada vez después de corrernos nos quedamos dormidas, con nuestras extremidades entrelazadas, sus definidos brazos rodeándome posesivamente. Perdemos la noción del tiempo. No tiene sentido. No existe el día ni la noche, sólo existe la última vez que estuvo dentro de mí. La próxima vez que estará dentro de mí. Lo que dirá. Qué ruda será. Si dejaremos marcas.

Está escribiendo en su oficina ahora de espaldas a la puerta. Está sin camisa solo en un top deportivo.

Las marcas de mis uñas decoran su espalda con dramáticos cortes rojizos.

Los firmes músculos de sus hombros se endurecen al darse cuenta. Su cabeza gira ligeramente hacia un lado y siento que contiene la respiración. Yo también estoy obsesionada con ella. Lo sé en este momento. La razón por la que sé que ella siempre me sigue, siempre me mira fijamente, es porque yo le hago lo mismo. Memorizándola desde las sombras. Esperando a que salga a jugar. A derribarme como un juguete y vaporizar mi voluntad.

La lluvia cae fuerte ahora sobre el techo, así que casi no escucho lo que dice.

—Te amo— Su voz es áspera, la línea de su mandíbula se flexiona —Como una maldita fanática. Y me clavo aún más profundo con cada respiración que sale de tu boca— Estoy agradecida que se detenga para intentar calmar mi corazón acelerado. Pero entonces —Este libro se ha vuelto sobre ti. Tú eres la esposa. Yo soy la guardabosques. Y lentamente se está volviendo loca con la necesidad de ella. Está obsesionada, como yo lo estoy contigo. Tan obsesionada que podría caer muerta de miseria si ella se va—

Las lágrimas arden en mis ojos. Mi pulso se altera.

Apenas puedo hablar por la emoción que se acumula en mi garganta.

Ella me ama. Yo también la amo. Y eso significa... que tengo que contárselo todo. Ni siquiera sabe mi verdadero nombre o de dónde vengo. Cree que me llamo Sara, por el amor de Dios. De repente, no soporto las mentiras. Están entre nosotras como una trinchera de fuego.

Her Summer Intern (Su Becaria de Verano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora