SOLSTICIO DE INVIERNO

10. Confesiones y recuerdos

Las horas pasaban, Sophie seguía dormida y en sus sueños solo se encontraba aferrada con sus padres. Miles de preguntas llegaban a la mente de Edward y no se explicaba ninguna, la tumba que visito ¿Era de Aurore Harper? ¿Dónde estaba el doctor Ethan? ¿Por qué se encontraba Sophie con ellos? Y sobre todo ¿Qué ganaba Irina diciéndole que Sophie estaba muerta?

Las razones no sabía y la furia crecía, Irina quería hacerle daño pero no entendía por qué, daba tantas vueltas en su habitación que bien podría haber generado surcos hasta que la voz de Emmet y el ruidoso motor de una camioneta conocida lo sacaron de sus pensamientos.

- Tienes visitas

- Hola - se acercó a Edward - disculpa por no avisarte

- ¿Qué haces aquí Bella?

- La última vez que hablamos no quisiste oir mis razones- le dijo algo molesta- Aro se dará cuenta que aún soy humana y tú te niegas a convertirme

- Te dije que haremos lo posible por qué eso no suceda - le contesto lo mas apacible que pudo

- Eso no lo decides tu, mi decisión está tomada y si tú no quieres convertirme entonces lo hablaremos con toda la familia - se oia impaciente - mientras siga siendo humana mi vida corre peligro

- Y yo te prometí que te protegería siempre - le gritó - no quiero que dejes de ser humana, piensa en Charlie y en René

- Mi decisión sigue siendo la misma y si te cuesta aceptarlo pongamoslo a votación

- No entiendes de razones Bella

Y sin mas salió de su habitación y dejo a Bella a solas mientras el se dirigía al cuarto de Sophie. Verla dormir era reconfortante para el, desde que lo hizo la primera vez, casi lo descubría Ethan pero no impidió que lo siguiera haciendo en otras ocasiones. Ahora estaba en su casa, se veía diferente, más delgada, sus ojeras eran pronunciadas y su nuevo tono de cabello la hacía ver muy distinta, que le pasa a su chica y cuál era el misterio que traia consigo.

- Así que sigues siendo un acosador de primera Ed - le dijo adormilada

- No podía quedarme más tiempo sin estar junto a ti - le dijo muy sincero - cuando llegaste Rosalie no me dejó ni siquiera tocarte y ahora que no está me escabulli para poder cuidarte

- Ahora así justificas tu acoso - se burlo- ¿ Por qué tú mente está llena de mi? Acaso ¿Te intranquiliza que haya llegado?

- No, no me lo tomes a mal solo que ocurrieron ciertas cosas que me hacen pensar el porque de ciertos acontecimientos - lanzó un largo suspiro como si realmente lo necesitará - espera un momento, ¿aún puedes leer mi mente?

- UPS, si aún puedo, aunque no hay mayor claridad que antes pero si, y lo más extraño es que creo que la de tu novia también - le hizo seña a que se acostara con ella- y creo también que no le caigo del todo bien

- La cosa con bella es que es diferente - trato de explicar- aunque me tiene muy sorprendido que puedas entrar en su mente, porque ni yo puedo leerla, es tan frustrante

- Me imagino que por eso estás con ella - le dijo con tristeza

- Soph - le tomo la mano- hay tanto que quiero contarte, no quiero que creas que lo que te confesé hace años no fue verdad, yo creí que tú

- Yo también tengo mucho que contarte, todo lo que ha pasado desde que te fuiste y como es que llegué hasta aquí

Se escucharon los pasos de unas zapatillas y como niña pequeña Sophie se tapó y se hizo la dormida, dejando a Edward como un completo acosador