Vagabunda

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La lluvia me empapaba mientras caminaba.

Estaba al lado de la carretera levantando mi pulgar en busca de un aventón.

Un coche no tardo en parar.

Un hombre de treinta y poco me recibió en el interior de su coche.

- ¿ A donde te llevo ? - Dijo en tono cordial

- No tengo a donde ir - Dije en tono seco

- ¿ Te has escapado de casa ? ¿ Cuantos años tienes ? - Dijo preocupado mientras reanudaba la marcha por la carretera

No dije nada

- ¿ Puedo dormir esta noche en tu casa ? -

El pareció sorprendido pero asintió, sería demasiado cruel dejar a una adolescente en la calle en una tormenta como está .

******

El hombre me mostró su hogar, un pequeño piso, algo cutre, pero bastante limpio.

Podía ver como luchaba por no ver mis pechos, la lluvia me había mojado transparentado mi camiseta.

Solo llevaba una camiseta de tirantes blancas y unos pantalones cortos vaqueros.

El me trajo unas mantas y una almohada.

- Es un sofá cama, se que no es muy cómodo pero servirá para una noche - Dijo mientras lo desplegaba

- Si quieres comer algo la cocina está por ahí - Dijo señalando el pasillo

Me tendió una camiseta y me dio las buenas noches

********

Entre en su cuarto, estaba tumbado durmiendo.

Sólo llevaba unos boxers.

Me senté encima y comence a moverme en círculos.

El despertó.

- ¿ Que haces ? - Me preguntó

Yo no respondi

Está vez comencé a frotarme con más fuerza, hasta sentir su erección.

Me quite la camiseta mojada mostrando mis pechos.

Comencé a fingir gemidos bajo su mirada, estaba más duro, pero seguía en shock.

Saque su miembro y comencé a masturbarlo, era más grande de lo que pensaba, tan grueso que era difícil de manejar con una sola mano.

Comencé a montarlo, el jadeaba de placer, mientras yo metía y sacaba su miembro de mi interior.

Pronto sus manos estuvieron en mi cintura, ayudándome

- Oh dios mío - gimió debajo de mi

Me agarró con fuerza hundiendo su miembro dentro de mi, enterrandolo en lo profundo de mi

Pronto una descarga de semen se deslizo en mi interior

El esta vez me coloco debajo, abriendo mis piernas.

- No pienso dejarte ir en toda la noche - Dijo mientras volvía a introducir su pene en mi interior

Abrí las piernas y me dejé hacer.

Entraba y salía, su pelvis seguía un ritmo, movía mis caderas para que su pene entrase con más fuerza, sintiendo descargas de placer.

La amabilidad con la que me había tratado había desaparecido, hudiendo su miembro con fuerza en mi.

Me aferre a su espalda arrañandola mientras hundía su cara en el hueco de mi cuello y me follaba.

El orgasmo me envolvió dejándome con las piernas temblorosas .

El jadeo, saco su miembro y se corrió en mi estómago .

- Si no tienes a donde ir puedes quedarte aquí - dijo mientras se tumbaba a mi lado y se quedaba dormido

Yo no dije nada.

Sus brazos me atrajeron y me acurruque, sintiendo su calidez.

Quizás podría quedarme por un tiempo...







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