꒰ O2 | admirador ꒱

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Ese mismo jueves, el equipo de básquetbol estaba en medio de los entrenamientos previos al juego, un partido entre ellos y el equipo del campus del norte.

No era algo tan importante, pero sí les daría más puntos para su beca deportiva si ganaban, y al dinero jamás se le hacen muecas.

En éste equipo se podían destacar tres chicos.

Obviamente, el capitán Park Jimin, considerado como el mejor jugador del campus y dentro del top 5 a nivel estatal. Popular con todos, sociable con pocos, no le gustaba tener toda la atención que se le daba.

A él le seguía Min Yoongi, hijo del entrenador y #2 en la lista de mejores jugadores. Su anatomía podía llegar a parecer delicada, pero en verdad que era ideal para saltar hasta la canasta y correr por un largo tiempo. Cabello negro, ojos gatunos y una tierna sonrisa.

Por último pero no menos importante, estaba Kim Namjoon, #3 de los mejores, y el mayor del equipo. Aunque no tenía la mejor de las coordinaciones, su agilidad y fuerza en las piernas eran muy efectivas para los partidos. Piel bronceada, cabello y ojos obscuros y hoyuelos en las mejillas.

Éstos tres eran considerados en el estereotipo de "fuck boy".
¿Qué es eso?, para resumir, simplemente iban por el mundo enamorando gente y botándola en la primer oportunidad que vieran.
Personas no interesadas en el amor y que tampoco saben lo que quieren tener con alguien, ¿me explico?

Aún así, eran súper codiciados, tanto por chicas como por chicos, pues eran bastante atractivos.

Pero, su máscara de indiferencia podía verse afectada si los demás se enteraban que los tres eran gays. Combinación extraña ¿no es así?
Por eso lo mantenían muy bien escondido.

En fin, luego de terminar su último entrenamiento, salió éste trío de amigos a las áreas verdes, para descansar y despejar su mente antes del juego.

—Que pereza me da jugar...—suspiró Jimin —Justo hoy que no dormí bien.

—Eso si que es raro en ti.—se burló Yoongi—Piensa que sólo jugamos hoy, y mañana tenemos prácticamente la mitad del horario libre.

—Buen punto.—llegaron a las únicas bancas libres que había en el lugar.

—Oigan, ¿creen que asistan al juego los de la clase de baile?—preguntó Nam cambiando un poco el tema.

—Ojalá que sí.—Yoongi sonrió de lado.

—Saben que siempre van, aunque no deberían porque a ustedes los ponen todos idiotas.—dijo a modo de burla el pelinegro.

—¡No seas cruel! —rió el mayor—Son lindos... Bueno, sólo uno.

—Digo lo mismo, uno de ellos es tan... —Yoongi suspiró—Tan sexy.

—Hey hey, caballeros.—chasqueó los dedos frente a sus caras—Somos populares, codiciados y fuck boys, no nos puede gustar nadie ¿okey?

—Empiezo a odiar ese molde.—hicieron puchero.

—Además, tú también rompes la regla amigo.—sonrió Nam—He visto como te fijas mucho en el chico castaño de esa clase eh.

—Me fijo mucho porque siempre pasa a mi lado "por casualidad", me dan ganas de decirle que me deje en paz.—bufó con los brazos cruzados.

—¡Admite que te gusta!—le dio un codazo.

—¡Que no!—respondió serio.

En eso escucharon como alguien gritaba el nombre de Jimin a lo lejos, seguido de un "Cállense" muy nervioso.

—Tienes admiradores Jimin.— sonrió de lado Yoongi—Vamos a ver quién fue.

—Estás loco, pudo ser cualquiera.—desvió la mirada.

—De hecho no, mira.—giraron la cabeza levemente.

Detrás de ellos, un tanto alejados, estaban los dueños de esos gritos, y sabían exactamente quienes eran. Lo bueno es que esos chicos no se habían dado cuenta de la cercanía a la que se encontraban. Si no, la escena no hubiera sido muy agradable.

—Dios, como puede ser tan precioso ese pelirrojo.—suspiró Yoongi enamorado al reconocerlo.

—Es aún más lindo el chico del cabello lila, mira nada más esa figura. —sonrió de lado el mayor.

—Y ya sabemos quién es el admirador de Jimin.—lo miraron juguetones—Ese grito fue del castaño.

—Ya déjenme en paz, vámonos.—sonó el timbre que indicaba el inicio del partido.

Corrieron entre risas y burlas hasta el gimnasio, donde ya los esperaba el entrenador y casi todos los demás integrantes del equipo.

Unos minutos después vieron que empezaban a entrar los estudiantes, entre ellos los de baile. Jimin no le tomó importancia, era cierto que ese castaño le llamaba un poco la atención, pero no mentía cuando decía que no le gustaba.

Según él, no era para nada su tipo.

En fin, inició el partido poco rato después, todo perfecto como siempre. Iban ganando por mucho.

Justo cuando Jimin anotó su tercera canasta, se escuchó un grito que sobresalió por encima de todo el demás ruido.

—¡PARK JIMIN!—sonaba emocionado, incluso más que cualquier persona ahí presente.

—Hey Jimin—Nam señaló a las gradas.

El mencionado volteó por fin, y pudo ver perfectamente quién había gritado, además de ver el gran cartel con su nombre que sostenía.
Los otros dos chicos enfocaron su vista a los acompañantes de aquel chico gritón.

—Tienes un animador personal.—Yoongi pasó a lado suyo con una sonrisa burlona.

—Ya me dí cuenta.—le sonrió al chico dueño del grito y siguió con su juego sin darle más importancia.

(...)

*Pov Jungkook*

Grité tal y como me dijo Jin, incluso creo que me pasé con la emoción. Empezaba a arrepentirme porque no veía que él volteara, así que me giré unos segundos desanimado.

—¡Te está mirando!— Hobi hizo señales de que regresara mi vista a la cancha.

Por un milisegundo su mirada se cruzó con la mía, y me sonrió mientras hacía un pequeño gesto de saludo. Juro que se detuvo mi corazón por esa milésima de tiempo.

—¡Me sonrió, me sonrió!, ¡vieron!—brincaba de felicidad.

—Yo te dije que funcionaría.—sonrió —¿Y vieron que su amigo también me vio?, ¡es tan guapo!

—Su otro amigo me miró a mi, creo que tengo nuevo crush.—sonrió Taehyung con un leve sonrojo.

—Suertudos ustedes.—reímos y seguimos viendo el juego.

Ésto marca un gran paso para mi, por fin me notó.

just one day › jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora