I.T. T. O. T. M. | ❛ Quiero compartir todo esto contigo, Kang-ha. ❜
━━━ 👠 Roh Seo-yun creció en un mundo de comodidades y lujo, protegido por sus padres, dueños de una gran empresa de aerolíneas. Sin embargo, su constante ausencia la marcó profunda...
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☆ admiro tu valentía 🛍️ capítulo ocho
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La mañana estaba siendo mágica para Kang-ha. Al salir de su casa, se encontró con un lujoso auto estacionado frente a la puerta, y junto a él, Seo-yun acariciaba con ternura a un adorable cachorro que se había acercado a ella. Al ver a Kang-ha, la joven dejó al perro, que aparentemente tenía dueño, y le dedicó una sonrisa radiante.
──Entra, chico guapo. Hoy vamos juntos ──dijo ella con una sonrisa, abriendo la puerta del auto para que él subiera. Kang-ha asintió emocionado, pero luego miró su bicicleta con cierta preocupación.
──No te preocupes por tu bicicleta. Cuando salgamos de clases, estará esperándote en su lugar de siempre ──aseguró Seo-yun con complicidad. Kang-ha entendió y aceptó con una sonrisa, subiéndose al auto junto a ella. Juntos emprendieron camino hacia el instituto.
El viaje fue tranquilo y agradable. En la pantalla del auto, Seo-yun puso una serie de televisión que a ambos les encantaba, haciendo que el tiempo pasara volando. Estaban tan absortos en la serie que el chófer tuvo que avisarles cuando llegaron al instituto. Al bajarse del auto, llamaron la atención de todos a su alrededor. Nadie podía creer que Seo-yun estuviera saliendo con Kang-ha, el chico becado.
Seo-yun comenzó a caminar hacia las clases, pero Kang-ha la detuvo suavemente, entrelazando sus manos. Ella le devolvió la mirada con una sonrisa llena de complicidad, y juntos siguieron su camino sin preocuparse por las miradas curiosas.
Podían escuchar los murmullos a su alrededor, pero solo se enfocaron el uno en el otro, hasta que se encontraron de frente con la directora, que los observó con sorpresa. Seo-yun apretó la mano de Kang-ha, mostrando confianza.
──¿Sucede algo, directora? ──preguntó con seguridad.
──No, nada en absoluto ──respondió la directora, algo cohibida. Seo-yun la miró una vez más y, tomándolo de la mano, llevó a Kang-ha consigo, ambos con sonrisas que no podían ocultar.
Una vez lejos de la directora, Kang-ha miró a Seo-yun con una expresión cariñosa. Ella captó su mirada y bromeó.
──¿Qué pasa? ¿Tengo algo en la cara?
Él negó con la cabeza. ──No, simplemente admiro tu valentía.
Ella sonrió con dulzura. ──Y a mí me encanta tu dulzura. Eres como un algodón de azúcar ──dijo, poniéndose frente a él.
──¿Un algodón de azúcar? ──rió Kang-ha.
──Sí, eres muy dulce. Me encantas así ──respondió ella con una sonrisa brillante.
Seo-yun le dio un beso en la mejilla, tomándolo por sorpresa. Él se quedó allí, momentáneamente aturdido, y luego sonrió, tocando el lugar donde había recibido el beso. Ella se rió suavemente y se alejó.
