Cosas del destino

Conexión digital

Entonces aquí estoy, recostada en un sofá del salón de la casa de Gennai, con electrodos por todo el cuerpo, esperando a que me analice para transferirle mis datos a una Ladydevimon inconsciente y medio muerta. En serio, Kari, me debes una gorda.

Después de 30 largos minutos mirando al techo, Gennai al fin se dirige a nosotras:

- Ya he completado el análisis, solo queda subir los datos e iniciar la transferencia. Ya puedes quitarte eso - se refiere a los electrodos.

Me los quito y me siento junto a Kari. Observo a Ladydevimon. Su cuerpo sigue parpadeando. Reconozco que admiro su resistencia, cualquier otro digimon ya habría muerto con sus heridas. Miro a Kari, que está jugueteando con su D-terminal. Seguramente esté mandándose mensajitos con Tk, como de costumbre. No están saliendo ni nada de eso, creo, pero siempre han tenido una conexión especial.

Gennai interrumpe mis pensamientos:

- Bueno, los datos ya están subidos, solo queda la transferencia, esperemos que salga bien.

Yo por mi parte tengo sentimientos encontrados, por un lado no quiero que ella comparta parte de mis datos, pero por otro pienso que no he perdido una hora de mi vida para que ahora se muera. Además, me está dando mucha penita verla ahí, sufriendo.
No parece la misma Ladydevimon que casi me mata en varias ocasiones. Y ya me estoy mareando de tanto parpadeo.

Lentamente, observo como las heridas de Ladydevimon comienzan a reconstruirse, está funcionando! También noto que el parpadeo está haciéndose cada vez más lento, hasta que al fin se detiene del todo. Ladydevimon está completamente curada, aunque sigue inconsciente.
Definitivamente no me esperaba lo que sucedió a continuación. Se convirtió en un Blackgatomon!

- Vaya, parece que su cuerpo sufrió demasiados daños, seguramente volvió a su forma anterior para ahorrar energía - dice Gennai como si fuera algo obvio.

Así parece tan pequeñita y adorable... Espera...

- No se supone que solo los Digimon elegidos podemos regresar a nuestra etapa anterior? - pregunto.

- Ah, no lo mencioné? Para transferirle tus datos he tenido que vincularla al D3 de Kari, así que ahora también será su compañera.

- Que!? - gritamos al unísono.

- Como que "no lo mencioné", Gennai!? Es un detalle muy importante! - grita Kari hecha una furia. La entiendo, también tendré que ser compañera de esa..... Es normal que ahora mismo me apetezca achucharla? Será porque ahora tiene mis datos? Parece tan pequeñita, indefensa, y se parece tanto a mi.... Parece que ahora está despertando.

Abre lentamente los ojos, y tras unos segundos de desorientación, se incorpora.

En cuanto nos ve a Kari y a mi, se pone en guardia:

- Niños elegidos! - exclama, y al darse cuenta de que su voz no sale como debería, se mira las garras.

- Pero qué...? Que ha pasado, que me habéis hecho!? - reclama, dirigiéndose a nosotras.

- No peleeis dentro de mi casa. - empieza Gennai - Escucha, señorita, lo que pasa es que estas dos de aquí te han salvado la vida. - añade, señalándonos.

- .... Que han hecho que? - añade mirándonos con desconfianza.

Yo regreso a mi forma de Gatomon, para así poder hablar de igual a igual, y me acerco a ella.

- Si, te hemos salvado la vida, desagradecida, deberías agradecerle a Kari, yo te habría dejado allí tirada! - confieso desde una distancia prudente.

Parece que eso la pilla un poco por sorpresa, ella mueve un poco sus orejas, aunque no relaja su postura de combate.

- Vaya, pensaba que los ángeles erais más caritatativos. Y entonces porque vuelvo a ser Blackgatomon?

Miro a Kari. Parece algo asustada de intervenir, la entiendo, no sabemos cómo esta tipa va a reaccionar.

- Mira, esto no va a ser nada fácil de digerir, y entendería que te enfadaras, solo por favor no destruyas la casa. - digo con algo de preocupación por su reacción.

Finalmente relaja un poco su postura:

-.... Qué pasa?