Un duro golpe

8 0 0
                                    

Definitivamente no reaccionó bien a la noticia:

Heme aquí, de nuevo como Angewomon, tratando de sujetar a Ladydevimon, que volvió a digievolucionar, para intentar evitar que destroce la casa, o al menos que mate a Gennai, que está escondido detrás de Kari, que a su vez apunta a Ladydevimon con su D3, que ahora se ha vuelto negro y rosa.

- Calmate ya, Ladydevimon!! No puedes hacerle daño a Kari, ahora es tu compañera!! - exclamo mientras hago mi mejor esfuerzo para mantenerla en su sitio, a duras penas consiguiéndolo.

- Puede que no, pero al menos puedo matar a ese viejo!!

....................................................
....................................................
....................................................
....................................................
....................................................

Después de dar una buena pelea, muchos improperios, muchos, muchísimos improperios, y unos cuantos aperitivos (parece ser que Ladydevimon nunca había comido galletas, que vida tan triste 😢), parece que al fin se calmó.

Ambas volvimos a nuestra etapa anterior, ya que el salón de Gennai tampoco era tan grande.

Luego de limpiar el plato de galletas ella sola, se reclina en el sofá, y mirando al techo, pregunta:

- Eso significa que ahora soy medio ángel?

Gennai, que está junto a Kari en el sofá de enfrente, se queda pensativo.

- Mmmm, supongo que no, la mayor parte del código que he utilizado es tuyo, pero no hay duda de que llevas una pequeña parte del código de Angewomon en ti.

Al escuchar eso, me mira, sentada a su lado. Yo le sonrío con comprensión, y ella oculta rápidamente la mirada.

"Eso es un sonrojo? Que mona. Vista así no parece tan mala."

Ella dirige su mirada hacia Kari.

- Entonces ahora eres mi compañera humana? - pregunta con resignación.

Kari responde, aún algo asustada:

- Eso parece.... Quiero que sepas que realmente era la única manera de salvarte, y para nada estás obligada a nada! - alega con nerviosismo.

Ella agacha la mirada. 

- Supongo que ahora tendré que darte las gracias. - dice, con las orejas gachas - Realmente no quiero morir, sabes?

- De nada, pero mejor daselas a Gatomon, fue ella la que realmente te salvó, yo no hice nada. - dice sonriendo, ya más tranquila.

Ella me mira, hay un brillo extraño en sus ojos. Parece como si estuviera a punto de llorar.

- ....En serio es tan malo? Mira, no tienes ni que llevarte con nosotras, simplemente puedes regresar a lo que estabas haciendo... - digo, la verdad es que me daría algo de pena que se vaya ahora, pero tampoco quiero retenerla. Además, a saber que clase de fechorías hará si se va, no hay que olvidar que aún es Ladydevimon.

Ella vuelve a rehuir mi mirada:

- Y adonde voy a ir!? Ustedes se han encargado de quitarme todo lo que tenía, no una, sino dos veces!! No os reprocho lo que hicisteis, después de todo sois los "buenos", pero.... - ahí se le quiebra la voz. Ahora me siento mal por ella. Espera, debería sentirme así? No era yo la que estaba haciendo algo malo.

Eso me molesta un poco, así que me levanto del sofá y la obligo a mirarme a la cara.

"Oh, Dios, en serio está llorando!" Admito que eso me tomó por sorpresa. Sabía que estaba molesta, pero ver eso me dejó en estado de shock. Sin saber que más hacer, la abrazo. Ella se pone rígida, pero no me aparta.

- Escucha, lo siento si te dolió, pero entiendes que ustedes empezaron, no? - digo, sin saber si estar molesta o abrazarla más fuerte.

- Yo solo seguía órdenes! Y aún así me eliminaron como si mi vida no valiera nada, y jugando sucio, además, no pueden permitirse un uno contra uno, tienen que pelear en grupo, es injusto! Sabes lo complicada que es la vida para un tipo virus que nadie quiere!? Tienes que aprender a ser cruel antes de que lo sean contigo! - solloza.

Por mi parte, me siento cada vez peor con cada palabra suya, y la abrazo más fuerte:

- ....Lo siento, no sabía que te sentías así.... Si te hace sentir mejor, pienso que fuiste una rival formidable, y hubiera luchado sola contigo si me hubieran dejado. - digo cabizbaja, es cierto, disfruté mucho esas peleas y casi desearía que no hubieran intervenido.

Finalmente se relaja y me devuelve el abrazo:

- Gracias, es bueno saber que no soy una completa inútil. - se separa y me mira desafiante - Pero ahora estarías muerta.

Hey, eso no puedes saberlo!! - ahora estoy enfadada, aunque probablemente tenga razón.

- Pero lo sé. Tienes suerte de que ahora seamos compañeras, si no te dejaría claro quién manda aquí. - dice, sacando pecho.

- Ni lo sueñes, aquí quien manda es Kari! - replico, señalando a la susodicha, que observa toda la escena en silencio con una mezcla de curiosidad y fascinación. - Y vas a decirnos de una vez como fue que terminaste medio muerta!?

- Nadie ha preguntado, pero si quieres saber, estaba buscando algo para comer, y me topé con un nido. Lo estaba inspeccionando en busca de algo de valor, y no vi venir un ataque que me dio de lleno. - murmura, avergonzada - Tampoco alcancé a ver la fuente, pero seguramente era su nido.

- O sea que estabas tratando de robar cosas! - la acuso.

- No estaba tratando de robar nada, solo estaba....! Mira, déjalo. - dice mirando al suelo.

Yo suspiro con resignación:

- Oye, sé que seguramente debes odiarme, pero deberíamos tratar de llevarnos bien, como tú has dicho, ahora somos compañeras.

Eso hace que sus orejas se alcen de golpe:

- Yo no te odio! Solo... Aargh, porque la vida es tan injusta! - dice con furia - Yo podría haber sido un lindo ángel como tú, sin embargo mírame! Cuándo fue que las cosas terminaron así!?

Yo me sonrojo. "Acaba de decir que soy linda? Yo? Acaso alguna vez se ha mirado al espejo?"

Carraspeo y respondo, avergonzada:

- Tú también eres muy linda, sabes?
No importa que no seas un ángel.

.....

Kari interrumpe:

- Siento interrumpir, chicas, pero los chicos aún siguen esperando por nosotras, debemos irnos pronto.

- Ah, cierto. - recuerdo. Miro a mi compañera felina, que de nuevo está comiendo una hornada de galletas que sacó de no sé dónde. Se ve feliz comiendo galletas. Me vuelvo hacia Kari. - Podemos llevarla con nosotras?- digo señalándola.

Ella se da por aludida:

- Oye, cómo que "podemos llevarla con nosotras"!? No soy un accesorio que puedas llevar contigo a donde quieras!!

- Entonces no quieres venir? - pregunto algo decepcionada.

- Claro que quiero ir!! - espeta - Pero voy porque quiero, no porque tú me lleves!!

Por mi parte sonrío:

- Por supuesto, "compañera".

Y sin mucho más que decir, nos despedimos de Gennai, y salimos por la puerta, a ver si con suerte aún queda algo de comida.

Cosas del destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora