Capítulo 6: DudasJimin se despertó lentamente, la luz del amanecer filtrándose a través de las cortinas de la habitación en cálidos haces dorados. Se estiró con suavidad, aún adormecido, y su mirada se dirigió enseguida hacia el pequeño bulto a su lado. Jihoo dormía profundamente, con los labios entreabiertos y las manitos relajadas, su pequeño pecho subiendo y bajando al ritmo de su respiración pausada. La escena le arrancó una sonrisa serena. Durante un largo momento se quedó así, observándolo, envuelto en una paz que no recordaba haber sentido en mucho tiempo.
Con sumo cuidado, se deslizó fuera de la cama procurando no despertarlo. Caminó hasta el baño, donde se lavó el rostro y se pasó un poco de agua por el cuello, despejando la somnolencia. Cuando regresó, Jihoo seguía durmiendo, envuelto en la manta. Jimin se agachó a su lado y pasó un dedo por su mejilla sonrosada.
—Buenos días, pequeño —susurró.
Lo levantó despacio, y aunque Jihoo abrió apenas los ojos, no tardó en volver a cerrar los párpados, rindiéndose nuevamente al sueño en los brazos del omega. Se aferró instintivamente a la tela de su camiseta, hundiendo su carita contra su pecho.
Jimin lo llevó hasta el cambiador, tratando de no hacer movimientos bruscos. Jihoo resopló con suavidad, pero no se despertó del todo. Con paciencia y dulzura, Jimin comenzó a cambiarle el pañal. Cada movimiento era medido, atento a las reacciones del bebé, que fruncía el ceño brevemente cada vez que sentía el aire fresco contra la piel.
—Shhh, ya casi terminamos —murmuró.
Una vez limpio, eligió con cariño un pequeño conjunto de algodón blanco con dibujos de ositos grises y una chaquetita celeste con botones diminutos. Le costó un poco meter sus bracitos por las mangas sin despertarlo, pero lo logró. Cuando terminó, lo tomó de nuevo en brazos. Jihoo se volvió a aferrar a él, hundiendo los deditos en su ropa como si no quisiera soltarlo nunca.
Con el bebé acomodado en su regazo, bajó las escaleras con pasos lentos, sus brazos firmes pero amorosos, protegiendo el cuerpo aún frágil del niño. El calor del cuerpecito de Jihoo y su respiración tibia contra el pecho le provocaban un nudo dulce en la garganta.
Al llegar a la cocina, se encontró con una escena cálida y familiar. Una mujer mayor, de estatura baja y complexión redondeada, estaba de espaldas, batiendo algo en un tazón sobre la encimera. Su cabello, completamente canoso, estaba recogido en un moño bajo. Llevaba un delantal blanco pulcro sobre una blusa de flores apagadas y una falda gris que le llegaba hasta las pantorrillas. Sus movimientos eran seguros y tranquilos, como si cada gesto estuviera dictado por años de experiencia.
La mujer se giró al oír sus pasos y, al ver al bebé dormido en sus brazos, su rostro se iluminó con una mezcla de sorpresa y ternura.
—¡Oh, buenos días! —exclamó con una sonrisa que se arrugó alrededor de sus ojos. —Debes ser Jimin. Soy Namjoo, pero todos me dicen Nana. Soy la empleada del señor Yoongi, y ahora también tuya, por supuesto.
Jimin asintió, devolviéndole una sonrisa tímida.
—Mucho gusto, Nana.
La beta se acercó y sus ojos brillaron al ver al cachorro dormitando contra el pecho de Jimin. Extendió una mano, que luego retiró con suavidad, como si temiera romper la quietud del momento.
—Yoongi me contó que ahora eres tú quien lo alimenta. Desde que su madre... —hizo una pausa, bajando un poco la voz— desde que ella murió, el pobre ha estado muy decaído. Pero míralo ahora... Tan tranquilo. Tan en paz.
Jimin sintió cómo algo se encogía dentro de su pecho. Acarició la espalda de Jihoo con una mano, sintiendo su cuerpo tibio pegado al suyo. Nana lo miró con ternura y admiración.

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I LOVE YOU, BOY | YOONMIN [COMPLETA]
Fanfiction📌Omegaverse: Yoongi alfa | Jimin omega 📌 🔞 📌Lactancia masculina 📍Leer introducción para saber sobre el contenido de la historia.