¿Cuando nos daremos cuenta?~(Tsukiyama)

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Se encontraban los dos chicos en la parada del metro, en una esquina sentados el el piso esperando su tren, el silenció gobernaba la escena, así que por primera vez Tsukishima decidió hablar.

—Yamaguchi.—

—uhm?—

—Creo que me debes una explicación no?—

—B-bueno... yo...— tomó aire  mientras jugaba nerviosamente con sus manos. — yo... me di cuenta que sentía algo por ti... es difícil de explicar, algo diferente, algo especial... cuando estoy contigo siento como si no existiera nada mas y... cuando hablabas con alguien más o te enojabas conmigo yo me sentía devastado, no supe bien como demostrarlo entonces aprovechando las cartas que te enviaban varias chicas yo hice lo mismo...

—Yams... yo.... perdón, no se como expresarme... me da miedo la decepción, o que me mientan, se que te he hecho sentir mal, no lo hago por gusto, es algo que yo... no se controlar muy bien, pero lo que quiero decir es que siempre sentí que quería protegerte, que no debía dejarte nunca... me di cuenta de mis sentimientos muy tarde...l-lo siento.—

el mas bajo se puso entre las piernas ajenas para quedar enfrente de el mas alto y darle un tierno abrazo.

mientras se abrazaban hubo un gran silencio, pero no uno incomodo, uno fortalecedor, de amor y energía.

—Y Tsuki, ya te habias dado cuenta que las cartas eran mías?—

—Bueno, la primera carta no le lei para serte sincero ,en la segunda se me hizo muy conocida tu letra pero no le di mucha importancia y... en la mas reciente noté que fue escrita con ese lapicero que te regale, olía a fresa.—

—De verdad eres muy observador...— dijo en voz baja el peli oliva mientras miraba con ojos de amor puro a Tsukishima.

El rubio solo rio y plantó un lindo beso en la mejilla del otro.

—Me gustas, Yamaguchi me gusta cada cosa de tí, debes saberlo.

Las mejillas del más bajo se tornaron color rojo, juntaron cada vez más sus caras, así llegando hasta un beso realmente prolongado, fue un poco mas desesperado, al final de cuentas se deseaban infinitamente.

Minutos después, llegó el metro, lo abordaron y disfrutaron de la compañía del otro.

                                 ...

Los minutos pasaron, las horas también, disfrutaban estar juntos, ya sea en silencio o manteniendo una conversación, al final estaban juntos, sus miradas juntas, sus sentimientos juntos, es lo que los dos querían para siempre.

Ya se habían terminado las clases, Yamaguchi sentía nervios de volver a su casa, de tener que lidiar con su padre y sus comentarios, estuvo muy ansioso pensando en que hacer y como le diría a su madre, Tsukishima notó que estaba nervioso, asi que idearon un plan para que el pecoso estuviera seguro con Tsukishima cerca pero que no tuviera problemas con su padre.

El plan era lo siguiente:
Yamaguchi entraba a su casa normal, como siempre, mientras Tsukishima se quedaba escondido en la puerta principal la cual quedaría sin seguro para que pudiera entrar si era necesario.

Yamaguchi entró, lo primero que vió fue a su madre sentada en la sala de estar viendo televisión y al entrar más, logró ver arriba por el pasillo de las escaleras del segundo piso a su padre, quien no se había dado cuenta de la llegada de Yams pero tenía una mirada seria.

—Oh, Hola hijo, ya llegaste, como te fue? Ven y cuéntame— la mujer habló con total felicidad pero su cara era todo lo contrario, le hizo una seña de que lo siguiera hacia la cocina.