━━━ 𝟎𝟎𝟏

1.6K 205 52
                                    

╔═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════╗𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐮𝐧𝐨 Ciudad celestial ╚═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════╝

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

╔═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════╗
𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐮𝐧𝐨
Ciudad celestial
╚═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════╝

En la ciudad celestial, conocida también como la Ciudad de la Paz o simplemente el cielo, Aurora vivía rodeada de maravilla y serenidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


En la ciudad celestial, conocida también como la Ciudad de la Paz o simplemente el cielo, Aurora vivía rodeada de maravilla y serenidad. Para ella, los leones eran sus compañeros de juegos más queridos; corría entre ellos, se subía a sus lomos y sentía una dicha ardiente en su estómago. Los ríos cristalinos que serpentean por el paraíso eran su refugio, donde encontraba paz y armonía en cada rincón celestial. Aurora, de aspecto encantador y con una precoz curiosidad, amaba profundamente su hogar celestial, aunque había algo que siempre anhelaba; sus alas. Cada día se las imaginaba, sabiendo que algún día le serían concedidas.

Pero en ese momento, la paz que tanto amaba se vio interrumpida cuando sintió la presencia de Gabriel, el mensajero celestial, a sus espaldas.

— Gabriel, ven a jugar conmigo — le invitó Aurora con una sonrisa luminosa en el rostro. Sin embargo, Gabriel respondió con seriedad y una sonrisa paternal.

— Sabes que no he venido por eso, querida Aurora.

— ¿Entonces? Es raro que vengas a visitarme... ¿que sucede? — preguntó la joven con una leve sonrisa.

El altísimo... quiere verte, mi niña — respondió el arcángel con una sonrisa al ver la expresión del ángel más joven. En ese momento, la sonrisa de Aurora desapareció, reemplazada por una expresión de incertidumbre.

— ¿He hecho algo malo? — preguntó tímidamente. Gabriel simplemente sonrió enigmáticamente y respondió.

— Pronto lo sabrás.

━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━

Con el corazón latiendo con fuerza, Aurora siguió a Gabriel hacia la presencia del Altísimo. Mientras caminaban por los senderos dorados y entre las columnas de luz, la joven ángel se preguntaba qué podría significar este encuentro. El Altísimo, el Creador de todo, el ser supremo que había dado forma a su mundo y a su vida, ¿qué tendría que decirle?

𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋𝐄𝐒 𝐄𝐍 𝐉𝐄𝐑𝐔𝐒𝐀𝐋𝐄𝐍 ─ 𝘙𝘦𝘺 𝘉𝘢𝘭𝘥𝘸𝘪𝘯 𝘐𝘝 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora