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Otra mañana lluviosa en tierras inglesas el primer problema para Georgia quien esta desayunando a las prisas, se supone que estaría diez minutos antes de las nueve en casa de los Russell y ya está llegando veinte tarde

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Otra mañana lluviosa en tierras inglesas el primer problema para Georgia quien esta desayunando a las prisas, se supone que estaría diez minutos antes de las nueve en casa de los Russell y ya está llegando veinte tarde. El día de hoy su alarma tomo la ligera decisión de no sonar dejándola descansar dicho descanso no paso debido a una gotera molestándola cada medio minuto. 

Cuando despertó lo primero en ver fue la hora pegando un brinco al ver que eran casi las nueve cinco. En cuestión de diez minutos se ducho, cambio y peino bueno lo intento, bajo preparándose una taza de café con un pan medio tibio, un gran desayuno ni los reyes gozan de tal manjar.

Toma el bolso y la sombrilla saliendo de su pequeño departamento, corriendo baja las escaleras para evitar tardarse más, afuera del edificio abre la sombrilla comenzando a correr de nuevo hacia la avenida donde tomara un taxi.

Quince largos minutos después camina de manera más calmada cruzando la calle del pequeño fraccionamiento donde está la casa de sus jefes, pensó que ya lo malo había acabado cuando un imbécil, estúpido, hijo de la chingada en sus propias palabras, la salpica de agua.

—Hoy te levantaste con el pie izquierdo Georgia María.

Cierra la sombrilla dejándola en un pequeño estante afuera de la casa, toca el timbre esperando unos segundos a que la puerta sea abierta por Dona, mientras eso pasa exprime un poco su suéter quitando el exceso de agua.

—Buenos días — Dona le sonríe dejándola pasar —La señora te está esperando en el comedor. 

—Buenos días, gracias voy para allá.

Con sus zapatos haciendo como pato atraviesa la sala en dirección al comedor donde escucha las risas de la familia. Los Russell son una familia demasiado linda de cinco integrantes. 

—¡¡Gigi!! — las voces de los niños interrumpen la conversación de los adultos al verla.

—¡Hola! — los saluda felizmente —Buenos días, perdón la tardanza surgieron algunos problemas.

Linda sonríe. —No te preocupes querida, todos tenemos nuestros días malos.

Siente alivio al escucharla pensó que la despedirían con solo verla.

—¿Gigi porque estas empapada?, ¿viniste caminado desde tu casa hasta aquí? — George le pregunta tomando un poco de su te.

—No vine en taxi, pero un inepto me salpico cuando paso por un charco con su auto — camina hacia los niños —No vi quien era.

Contesta antes de escuchar la pregunta. Linda le ordeno cambiarse de ropa antes de pescar un resfriado, ella hizo caso dirigiéndose al cuarto donde está la lavandería ahí dejo un cambio por si un accidente con comida o alguna otra cosa pasaba.

Mientras ella se cambiaba en el comedor una visita algo inesperada se hace presente recibiendo un montón de besos y abrazos por parte de tres pequeños. 

SALVACION [Toto Wolff]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora