Capítulo 4: Preparados por el

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Konoha, campo de entrenamiento 8

En la aldea de la hoja, podemos ver al equipo 8 continuando su entrenamiento con total determinación. Entre ellos, un joven de 15 años de cabello castaño, rostro con facciones caninas, dos marcas rojas en su mejillas que parecen colmillos y vestimenta negra, estaba con su perro blanco que era más grande que un perro normal, practicando las artes de su clan.

-¡Vamos, Akamaru!- gritó el chico con rostro serio.

-¡Arf!- ladro el perro a su lado.

Al instante, ambos se cubrieron de lo que parecían llamas y comenzaron a girar mientras el chico gritaba:

-¡Katon Gatsuga!-

Ambos se transformaron en dos tornados de fuego que se dirigieron hacia el muñeco de práctica y al colisionar, una enorme explosión de fuego cubrió todo el lugar. Luego de la explosión, ambos cayeron cerca de la zona afectada y el chico dijo con una sonrisa canina:

-¡Nos ha quedado perfecto, Akamaru! ¡Con esto, podremos luchar cuando vayamos a salvar a nuestro amigo!-

-¡Arf!- ladro el perro con emoción.

Cerca de allí, un chico con una capucha que le cubría la mayor parte del cuerpo, con sólo su rostro mostrándose a duras penas con gafas oscuras cubriendo los ojos, estaba delante de su muñeco mientras lo observaba atentamente. Luego, cientos de insectos salieron de su capucha y se dirigieron hacia el muñeco a gran velocidad. Entonces, los insectos se transformaron en un puño y golpearon el muñeco con una fuerza que lo hicieron pedazos.

-Bien. El Taijutsu Kikaicho es un éxito. ¿Por qué? Porque estos insectos poseen la fuerza de…- comenzó a decir el chico con voz monótona.

-¡Shino, eso fue increíble!- grito el peli castaño con una sonrisa.

El ahora llamado Shino sólo lo miró con lo que parecía neutralidad y dijo con calma:

-Gracias, Kiba.-

No muy lejos de ahí, cierta chica peliazul estaba corriendo a través de varios muñecos mientras los atacaba ágil y con una maravillosa flexibilidad. Esta chica llevaba una chaqueta púrpura abierta que dejaba ver sus maravillosas curvas cubiertas con una polera de redilla y su estómago bien trabajado, un pantalón shinobi ajustado que no hacía nada para ocultar sus muslos bien formados y un cabello azul oscuro que le llegaba a la espalda que la hacía ver cómo una hermosa princesa.





La chica alcanzó uno de los muñecos y sus ojos perlados se hicieron más penetrantes mientras unas venas sobresalian de los lados.

-¡Byakugan!- gritó la chica con fuerza.

Al instante, golpeó el muñeco con su mano, destruyéndolo en pedazos y luego se dirigió al siguiente con una velocidad impresionante para patearlo con fuerza, mandándolo a volar. Luego, fue hacia los demás y giró en el aire mientras una cúpula de chakra se materializaba para destruír el muñeco más próximo al tocarlo. Luego, creó dos leones morados en sus sueños y golpeó dos muñecos más para luego realizar una veloz sucesión de golpes en el último. La chica se detuvo mientras respiraba agitadamente, cuando escucharon unos aplausos cerca de ellos y al mirar, pudieron ver a una hermosa mujer de cabello negro, ojos rojos carmesí y una hermosa figura caminando hacia ellos con una sonrisa.

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