Without comeback

99 10 5
                                    

Yukime

Luego de hablar con Leon anoche, acordamos vernos hoy para planear nuestros próximos movimientos. Sabíamos que el tiempo se nos estaba acabando y había muchas cosas en juego. No obstante, antes de todo eso, tenía que seguir con mi rutina diaria. Tras terminar mi entrenamiento matutino y alimentar a mis cachorros, bajé las escaleras de la mansión con un aire de calma que no coincidía con la tormenta que llevaba dentro. Los cachorros habían sido mi único consuelo últimamente, y aunque sabía que tendría que dejarlos en algún momento, la idea me pesaba demasiado. No quería dejarlos solos.

Al llegar al último escalón, tomé una profunda respiración y practiqué mi sonrisa frente al espejo del pasillo antes de entrar en la cocina. Mi familia estaba reunida, como de costumbre, y yo no podía darles ninguna pista de lo que ocurría realmente. No tenía opción más que fingir.

Manjiro

Había notado que Yuki estaba demasiado distraída últimamente. Sus salidas frecuentes y su actitud evasiva no me pasaban desapercibidos, pero ella siempre encontraba una excusa perfecta. Aunque no lo mencionaba, sabía que algo estaba mal.

Yukime

Yukime: ¡Buenos días! —saludé entrando en la cocina con una sonrisa radiante que no alcanzaba mis ojos. Me acerqué a la mesa y tomé asiento junto a papá, quien me observaba en silencio. Como siempre, las criadas trajeron mi desayuno a los pocos minutos.

Ran: Oye, linda —me llamó desde el otro extremo de la mesa.

Yukime: ¿Jhum? —respondí mirándolo de reojo mientras daba un sorbo a mi batido.

Rindou: ¿Quieres venir con nosotros a Roppongi esta tarde? —intervino con su tono habitual, despreocupado pero amistoso.

Mantuve mi sonrisa, pero dentro de mí las alarmas comenzaron a sonar. No podía dejar que notaran mi preocupación.

Yukime: Lo siento, tengo algunos asuntos que atender hoy —les respondí suavemente, mientras mantenía la sonrisa falsa perfectamente colocada en mi rostro.

Takeomi, quien estaba sirviéndose café, aprovechó la pausa para hacer un comentario que me hizo tensar levemente.

Takeomi: ¿Es por la pelea con Stahlwolf? Senju dijo que también iría a verla —mencionó casualmente, sin levantar la vista de su taza.

Sanzu se unió a la conversación con un aire pensativo que me inquietaba aún más.

Sanzu: Ahora que lo mencionas, hace tiempo que no te vemos en ninguna pelea, princesa. ¿Has estado ocupada?

Sentí cómo una leve corriente de ansiedad recorría mi cuerpo. Aunque mantuve la calma exterior, di un sorbo a mi batido con más prisa de la que pretendía, tratando de no mostrar mi incomodidad. Me conocían demasiado bien, pero esperaba que no notaran el leve temblor en mis manos.

Yukime: Es que les estoy dejando a los novatos la oportunidad de demostrar su valía —respondí rápidamente—. Pero en cuanto a la pelea de hoy, de hecho, ahora que lo mencionas, tengo que preparar unas cosas. Con su permiso. —Me levanté haciendo una ligera reverencia y me retiré antes de que pudieran hacer más preguntas.

Sabía que papá me observaba con esos ojos que siempre parecían ver más allá de lo que yo mostraba. Mi piel se erizó al pensar en lo cerca que estaba de descubrir la verdad.

La hija del rey: La Tragedia Que Pudo Evitarse (Editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora