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Capitulo uno; Rivendel.

Tres toques resonaron dentro de la habitación de la joven.

-¿Si?

-Mi señora, su padre le espera en su despacho- y así como entró, la joven elfa a su servicio salió de la habitación.

Suspiró y se levanto del cómodo banco dentro de su jardín privado y tras acomodarse su torcida tiara salió de su habitación. Al llegar, un guardia le hizo una leve inclinación como muestra de respeto y desapareció tras la imponente puerta del despacho de su padre para anunciar su llegada; tras eso ingresó a la habitación.

Tras una leve reverencia habló.

-¿Como va tu día ada (padre)?

- Bastante bien, querida. Sin embargo necesito que me concedas un favor.-En ese instante la curiosidad pico en la joven, sin embargo no lo demostró y asintió para que su padre siguiera. - Nos llegó una carta notificando de avistamientos de distintas hordas de orcos - pero eso ella ya lo sabía por lo que, lo que fuese que su padre le diría, la mantenía atenta. - Sin embargo, como debes suponer, no es sobre eso en puntual lo que te quiero pedir. Hace unas horas llegó Elladan de Rivendel, trajo un mensaje de parte de su padre.

-¿Y que es? ¿Porque tanto suspenso?

-Lord Elrond convocó a un concilio y necesita al menos un representante de Aristir. - en ese momento la elfa pensó que quedaría de regente como sucedió alguna vez en el pasado. Eso no duró demasiado, Virion, su padre, disipó la idea al instante. - y quiero que seas tú.

Sin duda se sorprendió y ante la sorpresa una mueca se reflejo levemente en su rostro;eso duró apenas una segundo antes de que la emoción le llenara el cuerpo.

-No iras sola, por supuesto. Te acompañaran Aroel y Zinric.- Virion dejó mostrar un poco de su orgullo por su heredera- estas lista Eldawen. Solo te pido que te cuides.

Y al fin ella tomó la palabra, emocionada por tal oportunidad pero con intenciones de calmar a su nervioso padre mantuvo la compostura.

- Estoy agradecida por tal oportunidad, padre. En verdad aprecio esto; ademas no visito rivendel hace demasiado tiempo. - hizo una pequeña pausa para pensar como diría lo siguiente y cuando lo consiguió, continuó - Sobre todo aprecio que pongas tu confianza en mí aún en estas épocas. Se que la extrañas, yo también lo hago.

Su padre le dio una sonrisa sincera pero melancólica y rodeó el escritorio que los separada para quedar junto a ella. Cuando estuvo lo suficientemente cerca le acarició suavemente el rostro.

-Eres idéntica a ella, Eldawen. Solo prométeme que te cuidaras.

-Lo prometo, padre, lo prometo. - Ambos elfos se fundieron en un abrazo silencioso pero en el que volcaban su amor por el otro.

.....

Despertó con la emoción latente en su pecho, el día anterior tras la noticia había dejado todo listo para viajar ya que partirían a la mañana siguiente, por lo que lo primero que hizo fue darse un baño caliente. Al terminar peinó sus largos cabellos rubios y, con ayuda de una de sus damas de compañía se realizó unas pequeñas trenzas que recogían el pelo de su frente y decoraban la parte posterior de su nuca. 

Ya casi estaba lista cuando su dama le acercó sus dos joyas mas preciadas de las que se despojaba únicamente para bañarse; el anillo de su madre que asemejaba a una hoja enredando su dedo, hecho de plata y jade y el collar que su padre le había obsequiado hacía mas de un milenio para su cumpleaños en forma de media luna y con una delicada estrella en medio. Se los colocó guardando el dije del collar bajo el escote de su vestido y salió de la habitación rumbo al salón.