A tus servicios... Benny Boo

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Ben solo podía ver la enorme pila de papeles que le habían traído los sirvientes del castillo.

"Mierda. Mierda. Y más mierda"

Eso era todo lo que pensaba viendo esa pila que juraría llegaba hasta el techo. Desde que el y Mal rompieron la barrera y héroes y villanos han vuelto a convivir. Claro, esto trajo mucho trabajo para el como rey.

- ¿Puedo irme y abandonar todo? - Preguntaba el rey pensando en el tiempo que le tomaría firmar y sellar las cosas que habían en esa montaña.

- No, Ben. Y eso es solo la punta del iceberg. - Decía Evie la cual se dirigió a la puerta abriéndola dejando ver lo demás que tenía que hacer.

- Voy a saltar por la ventana. - Evie soltó una pequeña risa ante la declaración de su amigo.

-Oh por cierto, a mi madre todavía no le dan el título de psicóloga. - Sonaba raro para ambos. Pero Evie le había prometido a su madre hablar con Ben sobre eso.

- ¿La reina malvada? ¿Tu madre? ¿La de la manzana envenenada? ¿Psicóloga? - Ben desvío su cabeza alzando una ceja a la chica peliazul.

- Lo sé, ni yo misma me lo creo, ¿Pero podrías...? - Evie juntó sus manos en forma de plegaria mirando a Ben.

- Veré qué hago, ¿Tu madre tiene experiencia? - Ben se preguntaba de cuánto se perdía en la vida de sus amigos, pero, le resultaba más interesante eso que el papeleo.

- Oh sí, de hecho termino los estudios de psicología hace unas tres semanas. Pero nada. - Relataba Evie la travesía de su madre.

- Ok... Déjamelo a mí. - Ben oyó un "gracias" de Evie antes de que se fuera, dejándolo a el con el papeleo. - Empecemos con esto. - Suspiro Ben comenzando a firmar hoja por hoja sin despegar la vista.

Muy lejos del castillo, en la cabaña de Evie, los VK's, y la reina malvada pasaban en rato. Últimamente tenían mucho trabajo con los niños de la isla.

- Mal, ¿Crema de maní o mermelada? - Interrogaba Jay con los dos frascos en sus manos. Mal los analizó un momento.

- ¿La mermelada es de fresa o de mora? - Jay miró la etiqueta y le dijo que era de mora.

- Crema de maní. - Sentencio Mal. Una vez probó las moras y casi vomita en un vestido de Evie. Aún se pregunta cómo sigue viva.

- Mejor una manzana envenenada. - La voz de la reina malvada se hizo sonar por todo el primer piso recibiendo miradas por parte del hijo de Jafar y la de Maléfica y Hades. - ¿Qué? -

- ¿Si sabe que ahora no puede decir eso como psicóloga, no? - Cuestionaba Jay a la madre de su amiga.

- ¡Aún no tengo el título! ¡Y LA PÁGINA WEB! - Recriminó la reina malvada a Carlos el cual estaba haciendo con ella su página web.

- ¡Ya casi! - Carlos fulminó con la mirada para volver a su computadora.

-¿Y para que preguntas, no eres un ser autónomo? - Preguntaba la reina malvada con la ceja levantada a Jay.

- Si, Jay. ¿No puedes decidir tu? - Cuestionó Mal dándole la razón a la madre de su "amiga".

- Ja... No. Osea, si, pero, voy a salir de viaje con Gil. - Dijo entre risas.

- Buena suerte. - Comentó Carlos entre risas. - Tu sigue con mi página. - Regaño la Reina malvada.

Al cabo de unos minutos llego la hija de Úrsula, Uma. La cual vino a despedirse.

- ¡Hola chicos! ¿Donde esta Evie? - Pregunto Uma buscando a Evie con la mirada.

- Fue a pelear con el rey por mi certificación. - Respondió la reina malvada viendo a Carlos dándole los últimos toques a su página.

- Aún no concibo la idea de que usted sea psicóloga. - Todos soltaron una risita ante el comentario de Uma. - Creelo. - Rectificó la Reina malvada.

En el castillo, Ben estaba al borde de un colapso nervioso al ver como los deberes reales parecían no tener fin, por más que trabajaba en ello.

- Me voy es a matar. - El estrés en Ben era evidente, tanto que llevó su cara a las palmas de sus manos soltando un quejido para después tumbarse en el escritorio.

- Oye rey, sabes, necesito di- - El hijo del capitán Garfio entró sin tocar, a pesar que Mal , Evie y hasta Uma le dijeron que tenía que tocar la puerta. Vio al rey estresado que sintió el deber de ayudarlo.

- ¿Estás bien? - Preguntó Harry acercándose al rey. - No, ¿Y no te dijeron que tocaras? - Está vez Ben fue el que preguntó.

- Eso... Tu eres la prioridad. - Harry se rasco la mejilla avergonzado. Ben solo soltó una sutil sonrisa con sus labios al pirata. - ¿Me ibas a pedir dinero, cierto? - Preguntó Ben entre risas.

Harry se ruborizó un poco causando en Ben una pequeña sonrisa.

-Estas estresado, majestad. ¿Que tal si te ayudó? - Harry le dió una sonrisa coqueta a Ben, poniéndolo rojo. - Evie ya es mi consejera. - Harry puso los ojos en blanco, Ben no lo entendió.

- Hablaba de ser tu secretario... O ayudante. - Harry, a pesar de estar serio por fuera, estaba muerto de la risa por dentro.

- Oh... No se, tu tienes a los piratas, y - Ben no pudo terminar, pues Harry apoyo sus manos en el escritorio acortando la distancia de sus caras. - Dije que te ayudaría, principito. - Ambos hicieron contacto visual por varios segundos, Ben trago saliva al examinar la mirada con delineador del hijo de Garfio.

- Soy el rey, Harry. - el pelinegro meneó la cabeza. - Como sea, seré tu ayudante, secretario... Lo que sea que quieras. - Dijo Harry cruzándose de brazos.

- No dije que - Harry volvió a mirar de forma amenazante a Ben, el cual volvió a tragar saliva. - Si, serás mi ayudante. - Mencionó entrecortado.

- ¡Ok! ¿Cuando empiezo? - Harry parecía emocionado como un niño pequeño, cosa que enternecio y causó cierto cosquilleo de miedo a Ben.

- Ehh... ¿Mañana? - Todo había pasado tan rápido que Ben no comprendía ningún poco lo que acaba de pasar. Pero el no sabía que sería la mejor decisión de su vida.

- ¡Esta bien! Que tengas un buen día, carita de bebé. - Harry salió de aquella oficina sonriendo dejando a Ben todavía confundido y sonrojado por el apodo que Harry le había dado.

- Espero no me arrepienta... - Decía Ben apoyando su cabeza en su mano.

En lo que Ben se inundaba en sus pensamientos cuando Harry volvió a abrir la puerta de la oficina de Ben de golpe, sacando al pelicastaño de sus pensamientos. El cual lo miraba expectante.

- ¿Se te olvidó algo, Harry? - Preguntó Ben tranquilo y con su tono amable.

- Si, se me olvidaba. A tus servicios, Benny Boo. - Reverencio Harry a Ben antes de volver a irse de nuevo.

- Espera, ¿!quién te dijo de ese apodo¡? ¡HARRY! - Fue en vano, el pelinegro ya se había ido, y no pudo escuchar los gritos de Ben.

Ben, después de su intento fallido de llamar a Harry se tumbó en su escritorio.

El es el Rey... [Harry Hook X Ben Beast]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora