CAPÍTULO 4

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El problema de ser amado es que, hasta la más mínima acción, puede destruir a aquellos que nos llevan en su corazón

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El problema de ser amado es que, hasta la más mínima acción, puede destruir a aquellos que nos llevan en su corazón.

//CARL//

El teléfono estaba sonando y yo estaba impaciente y muy asustado. Tenía miedo y no quería aceptar lo que podía significar. Un timbre, luego otro timbre, tercer timbre y al final otro. Y finalmente,... no resultó en nada. Mi cuerpo se llenó de enojó, de tristeza y de un enorme y profundo miedo.

Carl: ¡CARAJO! -grité

Aventé el teléfono contra el muro de mi habitación y este se termino en el suelo rompiéndose en pedazos. Pase la mano por mi cabello sin algún cuidado mientras mi respiración se agitaba y mis ojos comenzaban a picar de las lágrimas que amenazaban por salir. Observé el teléfono en el suelo con rabia por no poder hablar con ella. Me sentía culpable y muy muy enojado conmigo mismo.

Lori: Carl -entró-. ¿Estás bien, amigo? -se acercó

Carl: Marca fuera de servicio -señale el teléfono sin mirarla-. Lo... -me interrumpió

Lori: Lo rompiste. -afirmó

Mamá se acercó a los pedazos de teléfono en el suelo y los tomó entre sus manos. Giró a mirarme enojada, pero al ver mi estado sus ojos se calmaron. Yo simplemente no aguante más y caí de rodillas al suelo mientras soltaba sollozos y lágrimas de dolor. Mi madre corrió rápidamente a abrazarme en el suelo, susurraba cosas reconfortantes mientras acariciaba mi cabello, pero nada servía para calmarme. Yo solo la quería a ella.

○○○

//TN//

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//TN//

Tn: No digas nada. Clark -el me miró-, lo que viste no pasó, fue tu imaginación, ¿entiendes? -me miró confundido-. Las mentes de esos oficiales son cerradas. Además, nadie está preparado para saber qué el mundo está muriendo, ¿si? -el asintió

Nick: ¿Pero no estoy loco... -me miró- o sí? -pregunto desubicado

Tn: No, Clark -suspiré-. Si tu estas loco entonces yo estoy más loca que tu -baje la mirada recordando a mi familia-. Y créeme, quisiera estarlo. -mordí mi labio

SOBREVIVIR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora