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- No, uhm, ya, para... No quiero llegar tarde- digo separando a Bea de mí.

Pero no me hago caso ni a mí misma, empiezo a darle besos cortos, empujándola al otro extremo del pasillo. Empiezo a desbrochar los botones de su camisa blanca, mientras que nuestros labios están de nuevo en una guerra. Le beso el cuello, mientras que ella está empeñada en sacarme la camiseta, cuando noto sus manos frías reacciono y me aparto de ella.

- No, no, ya no más- digo voz alta, pero en verdad me lo decía a mí misma.

Me doy media vuelta y me agacho para coger mi estuche.

- ¿Cómo quieres que pare si te pones así?- dice Bea.

No la entiendo hasta que me incorporo y roza su propia feminidad contra este, noto que estaba algo mojada. Mierda, ¿tanto?. Bea pone sus manos en mi cintura y me gira, volvemos a quedar cara a cara. Las pupilas dilatadas y sus mejillas levemente enrojecidas, su camisa medio desabotonada, si ella está así yo ni me quiero ver. Le doy un pequeño beso en los labios y me aparto, ella no se separa de mí, se acerca a mi oído.

- Arréglate, parece como si alguien hubiera estado poseída y te hubiera besado- me susurra.

Me giro para que ella no vea lo roja que me pongo, empiezo a alejarme de la escena del crimen. Arreglo mi pelo... Oh, Dios, yo no tenía tantos nudos. Llego a clase, pego en la puerta. Ya había pasado más de un cuarto de hora.

- ¿Se puede?- pregunto abriendo la puerta.
- ¿Dónde ha estado?
- Yo... Eh... - levante el estuche- se me había olvidado.
- - mira su reloj- Bueno, que sea la última vez, pasa.

Me siento ante la mirada de todos mis compañeros, yo estaba al lado de David. Este me mira extrañado, no sé si es porque mi pelo sigue hecho una mierda o por la tonta sonrisa que tengo en mi cara. Pasa la clase, ahora queda la última. Mierda, yo había decidido olvidar a Bea, pero es mucho más difícil de lo que creía. Me levanto cojo mi mochila y salgo de la clase acompañada de Perrie y Jesy. Vamos a la última clase de hoy, se me está haciendo muy largo el día de hoy. Llegamos a la clase, nos sentamos, a mi lado esta Jesy y Perrie atrás. El profesor todavía no venía. La puerta se abre, miro... Oh, no. Bea entra en la clase. Ya recuerdo, ella está aquí... Se sienta justo delante de mí, mierda. Pasa hasta sentarse en su sitio, unas chicas van a su mesa y hablan con ella. Ni siquiera me ha mirado, ag. Bueno, mejor, así la olvidare antes.

- Anda, pero mira a quien tenemos- me dice Jesy casi susurrando mirando a Bea.
- -pongo los ojos en blanco- Déjalo.

Entra el profesor, las chicas que se le estaban insinuando a Bea con cosas tipo a "¿Vas al gimnasio? "Estas muy buena" y "¿tienes algo que hacer esta tarde?" luego una era muy poco indiscreta, le dijo "sé de un sitio donde hay mucha intimidad" Lo que me tuve que contener para no decir nada.

Empieza la clase, muy aburrida, demasiado. De repente Bea se balancea y apoya su silla en mi mesa.

- ____- susurra sin mirarme

El profesor estaba de espalda escribiendo en la pizarra.

- ¿Qué?- susurro. Me doblo un poco y veo como Bea sonríe.
- ¿Vamos al baño?

Me puse roja como un tomate, con mi pie empuje la pata de la silla de Bea e hice que se separara de mi mesa. Al rato un papel apareció en mi mesa... Su letra no había cambiado, tan perfecta como cuando me mando la carta invitándome a una... cita. Leí el papel.

¿Eso es un no?- Bea.

Se me escaparon unas risas y me tapo la boca.

- Señorita ¿le ocurre algo?- me hablo el profesor.

No me había dado cuenta, ya se había sentado y estaba la clase en silencio haciendo deberes.

- No, no, perdone- bajo mi mirada.

Oí la risa de Bea. Jesy me miro como queriendo sabe de qué me reía, pero hice un gesto de indiferencia. Pasaron unos minutos. Bea volvió a apoyar su silla en mi mesa.

- Venga, tu ve al baño que yo me invento algo- me susurro. El profesor se había vuelto a levantar.
- ¿No te dije que no quería saber nada de ti? Pues eso.

Le volví a empujar para que se despegara de mí. Pero Bea iba a volver a apoyarse, como le vi las intenciones aparte mi mesa... Bea fue a apoyarse y al no encontrarse nada donde apoyarse, cayó al suelo. Toda la clase nos miró, incluido el profesor.

- Por favor, a ver cómo nos sentamos en clase- dijo el profesor.

Todo el mundo se reía, yo mire a Bea que seguía en el suelo.

- ¡Profesor! ¡Bea no abre los ojos!- grité.




N/A:  y hasta aqui el capítulo, espero que os haya gustado.. tal vez el siguiente lleve un poco de 1313 JAJA; por favor dejar vuestras votaciones y si me dejais un comentario; todavia mejor, se os quiere - Zoe aka obviouslana

Mi Alma Opuesta | Bea Miller y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora