Al descubrir que el futuro de la familia había resultado ser un omega, su vida cambió por completo a ahora tener que someterse a ser solo visto como una oportunidad de casamiento con alguien de una familia prestigiosa.
Sin embargo, este omega se neg...
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Iban de camino a sentarse, sus padres conversaban y Max decidió acercarse un poco al omega quien lo miro con una sonrisa forzada.
- No tienes porque forzarte, entendí que te molesto el comentario de tu papá - Bradley no le respondió y desvío la mirada, haciendo que Max se sintiera retado y eso le gustó.
La mayoría de omegas eran demasiado sumisos para el gusto de Max, por eso los llamaba hipócritas, no quería pasar el resto de su vida junto con alguien que solo volvería sus días grises sin emoción.
Se sentaron en unos lujosos sillones, cada quien a un lado de su padre.
- Oh nonono, ustedes se sentarán a parte, para que se conozcan - llegaron las nanas de Bradley llevándose a los muchachos a una habitación a parte.
- Nosotras estaremos afuera de la habitación cualquier cosa - susurro una de ellas en el oído de Bradley, su padre las mando más que nada por miedo de que se quisiera sobrepasar con el castaño, pero la tradición dice que debe ser en un cuerto a parte para que el omega y alfa, entrelacen sus feromonas y ver cuales eran más fuertes y acostumbrarse a ellas.
Si las feromonas del omega eran más fuertes, este sería rechazado y si las del alfa lo eran, era un beneficio.
Si las del omega lograban calmar al alfa, era algo positivo y si las del alfa lograban someter al omega, de igual forma lo era.
Entraron a la habitación, ambos agradecieron y se sentaron en los sillones que había ahí.
- Se ve que eres muy bonito - menciono el alfa mostrándose coqueto con el omega quien soltó un pequeño sonrojo y una cara algo molesta.
- Muchas gracias - solo agradeció y no volvió el cumplido por orgullo, trataba de recordar todo lo que le enseñaron pero delante de ese alfa no podía ni siquiera verlo a los ojos.
Ambos se sentaron y Max trataba de hacerle platica a Bradley hasta que mencionó algo que tocaría una fibra sensible en el.
- Parece que no eres un muy buen omega - Bradley quien no mantenía contacto visual lo miro con odio haciendo que el azabache sonriera burlosamente.
- Si dices eso, es porque no eres un buen alfa lo suficientemente capaz de lidiar con un omega como yo - otra fibra sensible pero ahora para Max quien gruño en lo bajo y ahora eran miradas retadoras.
Bradley ahora era quien lo miraba con burla.
- Cierto - dijó dejando soltar algo de sus feromonas que inmediatamente inundaron la habitación - se supone que debemos hacer esto.
La expresión de burla de Bradley, cambio a una de desagrado cerró sus ojos y apretó sus manos tratando de contener el aroma tan fuerte y lo pesado que sentía este.
Max lo miraba con burla, soltó un poco más hasta que escucho que las nanas afuera del cuarto soltaban unos quejidos, era obvio que el aroma era muy fuerte y imponente.
El castaño sentía que no podía y soltó un poco de las suyas mientras temblaba por lo fuertes que eran las del contrario.
Max en todo ello lo miraba con burla hasta que llegó ese olor y ligereza, era algo tan dulce.
El aroma a vainilla tan dulce, complementaba muy bien el olor a café que desprendía el contrario.
- Que dulce - dijo con un tono de calma, el castaño ya que sentía un poco mejor y se dejaron de escuchar quejidos afuera - Sabía que lo lindo no solo lo tienes por fuera.
Bradley volvió a un sonrojo, haciendo soltar un poco más su olor.
- Muchas gracias, usted igual no esta nada mal - intento ser amable y regresar el cumplido como podía, a pesar de estar más tranquilo y más ligero, igual sentía nervios.
- No me hables de usted, al fin de cuentas, soy tu futuro esposo - Bradley soltó una risa nerviosa - Tienes un cuerpo muy lindo, no como cualquier omega, tu si resaltas ante ellos.
- Lo sé - dijo con orgullo, eso fue un gesto que le gustó al azabache - tu no eres tan torpe como otros alfas.
Lograron mantener distintas conversaciones hasta que la puerta sonó y una de las nanas entró.
- Señorito Max, señorito Bradley, sus padres los llaman - ambos se levantaron y salieron de la habitación rumbo donde se encontraban sus padres.
- El acuerdo ya está echo, ahora solo falta que ustedes digan - Max no permitiría que Bradley se le escapara, un omega así es muy difícil de conseguir.
Mientras que Bradley se sentía amenazado, pero su padre no dejaba que el interacutuara con cualquier alfa así que sabía que Max es uno muy bueno.
Ambos se miraron, Bradley lo miraba fríamente y Max con una sonrisa coqueta y después dirigieron sus miradas a sus padres.
- Aceptamos - dijeron al mismo tiempo, las sonrisas en las caras de sus padres lo decían todo.
- Bien, la boda se organizará en unos meses, mientras ustedes podrán tener encuentros para poder conocerse vincularse mejor - Goofy miro a su hijo y le dio una seña para que le entregará el presente que trajo para Bradley.
- Debido a la aceptación de nuestro matrimonio, le traje como obsequio unas joyas que espero y sean del agrado suyo y de su padre - Saco un anillo de oro con un zafiro rosa en el centro - este anillo a pesar de no ser para nuestro matrimonio, es un anillo de promesa que simboliza la pureza y el amor.
Los ojos de Bradley brillaron ante tan preciosa joya, y soltó un ligero sonrojo cuando Max tomó su mano izquierda y coloco el anillo en su dedo anular.
- Muchas gracias, es precioso - dedico una ligera sonrisa al azabache.
- Y de igual forma, por parte de mi padre, el te trae un collar sencillo de oro rosa y una perla traído desde el Caribe - el padre de Bradley hizo una seña a este para que se acercara al señor Goof quien coloco el collar al castaño.
- Es divino - Max le atino a los gustos de su ahora prometido, le encantaban las joyas sencillas con toques rosas.
Max volvió a tomar la mano del castaño y beso esta, haciendo que Bradley sonriera nerviosamente.
- Nosotros nos retiramos - Ambos padres se veían felices y notaron que sus hijos se llevarían perfectamente ya que el olor que emanian juntos era muy complementario el uno al otro.
- Pido su permiso para que mañana me permita recoger a Bradley a las 8 pm para llevarlo a una cena en los restaurante de mi padre - la cordialidad de Max hacia que el castaño olvidara al chico tan imponente que se mostraba con el y lo extraño un poco.
- Por su puesto, mañana Bradley estará listo a las 8 para que pase por el - se despidieron y salieron de la casa donde el padre se Bradley volteo a verlo - ¿Qué tal te pareció ese chico?
- Es un poco bipolar, pero me gusta - su padre sonrió, gesto que casi nunca hacía y hizo una seña para que el castaño se retirara.
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